Opinión: China le responde a Trump 'la apuesta por la estabilidad en un mundo en caos'
Por Maria Fe Celi Reyna

Este mes, China le respondió a Donald Trump. Si no se enteró, es normal, porque no lo hicieron directamente.
En las últimas semanas, en Pekín se han tomado decisiones políticas importantes para hacer frente a un contexto global cada vez más inestable que dificultará la implementación de políticas internas.
Frente al caos e incertidumbre desatado desde Washington, la continuación de las guerras eternas, el aumento del desempleo y las crisis económicas, lo sucedido en Pekín pasa desapercibido para la mayoría del mundo. No obstante, en estos momentos se están tomando decisiones económicas que tendrán implicancias para todos.
Las Dos Sesiones: un año para mirar hacia adentro
Al inicio de la primavera tuvo lugar el evento político anual más importante de China: las Dos Sesiones. Como sucede cada año, el premier también presentó su balance de gestión. A diferencia del 2024, más que novedades, estas Dos Sesiones han sido una confirmación de los objetivos trazados.
Hay personas que dicen que, para invertir en China con éxito, primero hay que mirar qué dice el plan quinquenal.
La economía china es planificada y centralizada. Es importante recordar que una economía de mercado no es sinónimo de capitalismo. Los planes quinquenales son la hoja de ruta del país por cinco años y se conectan, a su vez, a los planes de mediano y largo plazo. Hay personas que dicen que, para invertir en China con éxito, primero hay que mirar qué dice el plan quinquenal.
Este año es el último del decimocuarto plan y, el próximo, toca rendir cuentas, un aspecto fundamental de la sociedad china en cualquier nivel de gobierno. Por ello, la prioridad absoluta estará en cumplir las metas. Es, entonces, un año más para mirar hacia adentro que hacia afuera.
Como referencia, la agencia Xinhua publicó una nota sobre las principales palabras utilizadas por Xi Jinping en los diferentes paneles en los que participó con los delegados de ambas Asambleas. Todas ellas se referían a temas internos: modernización china, desarrollo centrado en las personas, nuevas fuerzas productivas de calidad, innovación y desarrollo de calidad.
¿Qué esperar de China?
El premier Li Qiang ha anunciado que el objetivo de crecimiento del PIB será de alrededor del 5 %, con un IPC de 2%. Por otro lado, el déficit se ubicará alrededor del 4% y se emitirán bonos públicos por 1,3 billones de yuanes. Asimismo, se crearán 12 millones de empleos urbanos y el desempleo se mantendrá en 5,5%.
Otra línea de acción clave será la promoción del gasto. China creció 5 % el año pasado, lo que ubica al país entre los que tienen mayor crecimiento en el mundo; sin embargo, hace no mucho tiempo, la expansión era de 10 % y la actual retracción es sentida en varios sectores. La población china es la que más ahorra en el mundo y, ante la incertidumbre, en especial después de la reciente pandemia, está controlando sus gastos.
Además de controlar el alza de precios y diversas medidas orientadas a mantener liquidez monetaria, el gobierno está constantemente dando bonos para que las empresas puedan ofrecer productos a menor precio.
Por ejemplo, el año pasado en Shanghái se podían conseguir computadoras con un descuento de 1.000 yuanes por un bono ofrecido por el gobierno local. Otras administraciones han hecho lo mismo. No obstante, no están generando suficiente confianza en la población para que se anime a consumir más.
Por otro lado, hace mucho que lo económico dejó de ser lo único importante en China. La idea de desarrollo de calidad es incluir otros aspectos de la vida, lo que conlleva a más compromisos del gobierno. En medio ambiente, por ejemplo, se tiene como objetivo disminuir la intensidad energética en un 3 %. En cuanto a la agricultura, la producción de cereales se situará en 700 millones de toneladas.
China sigue firme además en su apuesta por las llamadas "nuevas fuerzas productivas de calidad" (NFPC) y su cambio de matriz económica. Por ello, la IA ha sido uno de los temas de discusión durante las reuniones y Deepseek fue una palabra clave. De hecho, los periodistas preguntaron a cuanto delegado encontraron si ya habían utilizado el software chino.
Al ser una de las NFPC, el gobierno discute tanto el desarrollo de la IA, como su inserción en la vida cotidiana de los ciudadanos. Una de las discusiones en el internet chino en estos momentos es la de la inserción de esta tecnología a la escuela y cuál es la mejor manera de hacerlo.
Por su parte, el gobierno de la ciudad de Pekín ha anunciado la inserción de cursos de IA en todos los niveles educativos, ya sea integrados a otras materias más tradicionales o como cursos independientes. De ser exitoso, es probable que se repita en otras partes del país.
Parte de la apuesta tan intensa por la IA es para responder al reto del envejecimiento poblacional. El año pasado, la población china disminuyó en 1,3 millones de personas y el 22 % de su población tiene más de 60 años. Durante su discurso, el premier también se refirió a la situación de las personas mayores y afirmó el compromiso con el aumento de pensión, la optimización de los servicios sociales y el fomento al desarrollo de la "economía de las canas".
China no deja de mirar hacia afuera
Mirar más hacia adentro no significa, para nada, cerrarse al exterior. Muy por el contrario, la apuesta de China es de más apertura. Los chinos saben muy bien que solos no podrán generar el nivel de riqueza necesario para cumplir con los objetivos planteados.
En su discurso, Li hizo referencia a los retos en medio de un aumento de dificultades internas e "incremento de presiones externas". Para China, lo interno y externo están intrínsecamente relacionados.
El reporte de la política exterior recayó en el ministro Wang Yi. En esencia, no hay novedades. China se mantiene firme en su diplomacia por la paz, cooperación ganar-ganar, multilateralismo, etc. La más relevante de este año estará en el impulso que le están dando a la apertura económica.
La debacle de la economía europea y la política de tarifas de Trump han puesto al mundo en la incertidumbre. Las grandes multinacionales, en especial occidentales, están en búsqueda de mercados. Por su parte, China necesita más capitales. Por ello, el mensaje ha sido: nosotros somos ese socio confiable que están buscando.
La debacle de la economía europea y la política de tarifas de Trump han puesto al mundo en la incertidumbre. Las grandes multinacionales, en especial occidentales, están en búsqueda de mercados. Por su parte, China necesita más capitales. Por ello, el mensaje ha sido: nosotros somos ese socio confiable que están buscando.
El premier anunció una serie de medidas entre las cuales se encuentran la ampliación de los sectores para inversión extranjera, en especial en servicios, pero también telecomunicaciones, asistencia médica y educación. Además, se les va a garantizar trato de nacional y apoyar para que reinviertan en China.
En la última semana se han empezado a ver las primeras acciones del gobierno. El 23 y 24 tuvo lugar el Foro de Desarrollo de China enfocado en el tema de un "crecimiento global estable". Desfilaron decenas de empresarios, incluyendo a 79 CEO de grandes empresas como Apple, Río Tinto, Ikea, Nestlé, etc.
Además, participaron representantes de organizaciones internacionales como Dilma Rousseff, presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), y renombrados académicos.
El premier Li dio el discurso inaugural frente a 720 asistentes. En su mensaje presentó las políticas decididas en el marco de las Dos Sesiones y consideró que los intentos de ir en contra de la globalización y la apertura son "un paso hacia el pasado". La referencia a Donald Trump estaba implícita. También dijo que China estaba preparada para cualquier reto externo.
Esta semana, además, Xi Jinping se reunió con 40 líderes empresariales de todo el mundo para hacer un llamado a promover la estabilidad y recordarles que ellos tienen mucha influencia en lo que pueda suceder en el mundo. Por supuesto, también los invitó a apostar por China.
Así, mientras en EE.UU. siguen empantanados en guerras eternas; bombardean civiles; intentan anexar territorios e imponen tarifas a amigos y enemigos, en China han decidido apostar por el camino opuesto.
Primero, es una necesidad para ellos. Segundo, es un mensaje al mundo de que hay más opciones además del caos generado desde Washington.
Con la profundización de la apertura, China le responde a Trump. No tiene por qué hacerlo directamente ni buscar ningún tipo de enfrentamiento. Como dijo Napoleón, si tu enemigo se equivoca, no lo interrumpas.
Los chinos saben que el tiempo está a su favor y cuando EE.UU. quiera empezar su guerra contra ellos, ya será muy tarde.
Artículo originalmente publicado en RT en Español. La autora es analista política peruana. Reside en China desde 2018. Se especializa en temas relacionados a China, América Latina y el surgimiento del nuevo mundo multipolar. Es candidata a doctora en Historia global por la Universidad de Shanghái / X: @mfceli