Entrevista: El comportamiento de EEUU, de típico doble rasero y manipulación política: embajador Zhang Run

Presentamos una versión estenográfica de la entrevista concedida a la periodista Nydia Egremy, del semanario Buzos de la Noticia, al embajador de la República Popular de China, Zhang Run, transmitido en Canal 6 Televisión.

Nydia Egremy.- El Presidente Xi Jinping ha advertido que la comunidad internacional enfrenta múltiples retos sin precedentes, por lo que propone su visión de una Comunidad Global de Futuro Compartido. ¿Cómo se hará realidad esa visión en un entorno internacional tan complejo?

ZR.- En los últimos años han emergido el unilateralismo, el proteccionismo y la antiglobalización, la hegemonía y la matonería, que han causado graves daños. La Humanidad se encuentra en una encrucijada, entre unidad o división, diálogo o confrontación, beneficio mutuo o el juego de suma-cero, explica el experimentado diplomático.

La construcción de una Comunidad de Futuro Compartido de la Humanidad tiene como objetivo construir un mundo de paz duradera, seguridad universal, prosperidad común, apertura e inclusión, limpieza y belleza.

Además, responde a la pregunta clave de esta Era: “¿Hacia dónde va la Humanidad?” China ha presentado dos propuestas principales: una multipolaridad mundial, equitativa y ordenada, y una globalización económica universalmente beneficiosa e inclusiva, que brindan apoyo sólido para construir esa Comunidad.

El desarrollo vigoroso de las relaciones China-México refleja plenamente el espíritu de solidaridad y futuro compartido. Durante la pandemia de Covid-19, China y México abrieron el “puente aéreo” de miles de millas para transportar materiales antipandémicos, convirtiéndose en un ejemplo para la lucha conjunta contra la pandemia ante la comunidad internacional.

Después del desastre causado por el huracán Otis en Guerrero, China ayudó con todo esfuerzo a la parte mexicana en la compra de suministros cruciales. Tras el terremoto en Jishishan, provincia de Gansu, el gobierno mexicano expresó a primera hora su solidaridad con China.

La construcción de esa Comunidad de Futuro Compartido de la Humanidad necesita acciones conjuntas de la comunidad internacional. Debemos promover la gobernanza global de consultas extensivas, contribución conjunta y beneficios compartidos, practicar los valores comunes de toda la Humanidad.

Promover la construcción de un nuevo modelo de relaciones internacionales, implementar la Iniciativa para el Desarrollo Global, la Iniciativa para la Seguridad Global y la Iniciativa de la Civilización Global. Y así, unir esfuerzos para construir la Iniciativa de la Franja y la Ruta de alta calidad.

China está dispuesta a trabajar con México y otros países como activista, en lugar de ser observador, y avanzar en la dirección correcta para construir una comunidad de futuro compartido de la humanidad.

Nydia Egremy.- EEUU y otros países occidentales, inventan rumores relacionados con el “trabajo forzoso” en Xinjiang para desacreditar a China. ¿Cómo ve China esta cuestión?

ZR.- En los últimos años, los países occidentales, encabezados por EEUU, han acusado falsamente que la producción de algodón de Xinjiang implica “trabajo forzoso”. Pero los hechos valen más que los dichos y las mentiras, por muchas veces que se repitan, nunca se convertirán en la verdad.

En la actualidad, se generaliza cada vez más en Xinjiang la producción mecanizada e inteligente del algodón, y la tasa de cosecha mecánica de algodón alcanza más del 85 por ciento.

Hace poco, en el evento en China denominado “Dos Sesiones”, un diputado de la Asamblea Popular Nacional del grupo étnico uigur –que proviene de masas de Xinjiang– expresó su incomprensión con el término “trabajo forzoso” y dijo:

“En Xinjiang cuesta dos yuanes (unos 4.8 pesos mexicanos) cosechar a mano un kilogramo de algodón, por lo que se necesitan 600 yuanes (unos mil 440 pesos) para cosechar 300 kilogramos de algodón. Pero sólo se cobran 150 yuanes (360 pesos) con el recolector, incluidos recolección y empaque, que luego se lleva directamente en camión”.

A lo largo de su historia, EEUU ha practicado la esclavitud criminal y el tráfico de esclavos, y sigue siendo la zona más afectada por la trata de personas y el trabajo forzoso. Hasta hoy, EEUU no ha ratificado el Convenio sobre el Trabajo Forzoso (del 28 de junio de 1930) ni el Convenio sobre la discriminación en empleo y ocupación (del 25 de junio de 1958).

Sin embargo, al mismo tiempo, ha fabricado mentiras, ha lanzado acusaciones infundadas contra China y ha impuesto sanciones a las empresas chinas. El comportamiento de EEUU es del típico doble rasero y manipulación política. La connivencia e indiferencia del gobierno estadounidense son las causas fundamentales del desenfrenado tráfico de personas y trabajo forzoso en EEUU.

Influenciada por la “supremacía de gente blanca”, la discriminación contra inmigrantes, mujeres, niños y minorías étnicas está muy extendida en EEUU y está vinculada/relacionada con la pobreza, delitos relacionados con las drogas y la proliferación de armas, lo que da lugar a una esclavitud contemporánea generalizada.

Nydia Egremy.- Ha atraído mucha atención la reglamentación del artículo 2, en la Región Administrativa Especial de Hong Kong. ¿Puede explicarnos esa situación?

El 19 de marzo, el Consejo Legislativo de Hong Kong aprobó por unanimidad el “Reglamento para la Salvaguarda de la Seguridad Nacional”, con lo que completa con éxito la legislación del Artículo 23 de la Ley Básica.

Esa legislación implementa, aún más, la responsabilidad constitucional de la Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAEHK) para salvaguardar la seguridad nacional y hacer realidad las expectativas comunes del pueblo chino, incluidos los compatriotas de Hong Kong.

Es un hito importante en el desarrollo de la causa de “un país, dos sistemas” en la nueva era. La seguridad es requisito previo para el desarrollo y el Estado de Derecho; es piedra angular de la prosperidad.

Esta legislación se basa plenamente en experiencias legislativas similares de otros países y está en consonancia con las prácticas y normas aceptadas internacionalmente.

El “Reglamento para la salvaguardia de la seguridad nacional” se dirige a un número muy pequeño de delincuentes que ponen en peligro la seguridad nacional, protege los derechos humanos y las libertades de la gran mayoría de las personas y considera claramente el respeto y la protección de los derechos humanos como un principio importante.

Además de salvaguardar eficazmente la seguridad nacional, el Reglamento también crea un entorno de negocios, desarrollo más estable y predecible para Hong Kong, dando más confianza a personas de todo el mundo para invertir, hacer negocios y vivir en esa Región Especial para que siga siendo “Paraíso para emprendedores y un lugar para alcanzar sueños”.

El gobierno chino salvaguarda inquebrantablemente la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo, implementa la política de “un país, dos sistemas” firmemente y se opone a cualquier interferencia externa en los asuntos de Hong Kong decididamente.

Cualquier ataque o difamación al Reglamento para la Salvaguardia de la Seguridad Nacional nunca tendrá éxito y estará condenado al fracaso.