Poco más de 40 comunidades afectadas y 750 cabezas de ganado muertas, por crisis hídrica
La crisis hídrica en el municipio de Durango ha alcanzado niveles alarmantes, con 40 comunidades enfrentando graves problemas de agua. Esta situación ha tenido un impacto devastador en la ganadería local, con un estimado de 750 cabezas de ganado muertas hasta la fecha. Sin embargo, las acciones emprendidas por las organizaciones ganaderas han logrado mantener cierta estabilidad en medio de la crisis.
La falta de agua en la entidad no es un problema nuevo, pero en los últimos meses, la situación se ha agravado considerablemente. El clima seco y la falta de lluvias han exacerbado la escasez, dejando a las comunidades rurales sin acceso adecuado al agua potable. Esta situación ha llevado a la población a depender de la ayuda externa y a implementar medidas de emergencia para tratar de sobrellevar la crisis.
La ganadería, una de las principales actividades económicas de la región, ha sido una de las más afectadas. La falta de agua ha dificultado el mantenimiento de los animales, resultando en la muerte de aproximadamente 750 cabezas de ganado. Esta pérdida no solo representa un golpe económico para los ganaderos, sino que también pone en riesgo la seguridad alimentaria de la región.
Ante esta situación crítica, las organizaciones ganaderas han tomado medidas para intentar mitigar los efectos de la sequía. Entre las acciones emprendidas se incluyen la distribución de agua a través de pipas, la construcción de pozos y la implementación de sistemas de riego más eficientes. Estas medidas han sido cruciales para evitar una mayor mortalidad de ganado y para asegurar la supervivencia de las comunidades afectadas.
“En este momento, de los casi 500 bordos de abrevadero nada más el 10 por ciento tiene agua, entonces con los cien que construyamos, estamos en el 2024 con 600 espacios para captación y cosecha de agua en el tema pecuario”, así lo dio a conocer el titular de la Dirección Municipal de Desarrollo Rural, Manuel Herrera Ruiz.
A pesar de los esfuerzos realizados, la crisis hídrica en Durango requiere soluciones a largo plazo. La colaboración entre las comunidades, las autoridades y las organizaciones es fundamental para superar esta crisis y prevenir futuras emergencias.