La oscura verdad detrás de la baja de desempleo en México

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en su más reciente Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición (ENOE), en junio se registraron 2.3 millones de personas desocupadas una caída de 0.2 puntos porcentuales al ubicarse en 4%, 484 mil menos que en el mismo periodo del año pasado; mientras que, la Población Económicamente Activa (PEA), es de 57.4 millones de personas de 15 años y más; cifra superior en 6.5 millones respecto a la de junio de 2020 cuando la mayoría de los mexicanos permanecían confinados en sus hogares por la emergencia sanitaria de Covid-19.

No obstante, 30.5 millones de personas en el mismo mes se situaron en la informalidad laboral, con lo que la Tasa de Informalidad Laboral se elevó a 55.4% de la población ocupada, proporción superior en 2.3 puntos porcentuales a la de junio del año pasado.

En tanto, la Población No Económicamente Activa (PNEA) fue de 40.7 millones de personas, cifra inferior en 4.1 millones a la de junio del 2020. Mientras que en este mismo lapso, la población subocupada, aquella que declaró tener la necesidad y disponibilidad para trabajar más horas de lo que su ocupación actual les demanda, fue de 6.8 millones de personas, 2.8 personas menores que en el mismo mes del año pasado.

Al respecto, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) destacó que, como resultado de las insuficientes estrategias de inversión productiva en el país y del estado de derecho del gobierno mexicano, así como de los elevados costos laborales, fiscales y de contratación, las pequeñas y medianas empresas han optado por adoptar esquemas de informalidad, lo que afecta a un importante sector de la población mexicana.