Figuras cercanas al obradorismo, relegadas durante mitin por el primer año de gobierno de Sheinbaum

Figuras cercanas al obradorismo, relegadas durante mitin por el primer año de gobierno de Sheinbaum

Durante el mitin realizado en el Zócalo capitalino el domingo, con motivo del primer año de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, varios asistentes notaron cambios en la disposición del presídium y en la ubicación de figuras relevantes del movimiento obradorista o de la llamada 4T.

Entre los militantes que ocuparon lugares secundarios se encontraban el senador Adán Augusto López Hernández, Andrés Manuel López Beltrán -hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador- y el diputado Ricardo Monreal, quienes en eventos previos habían tenido mayor visibilidad.

De acuerdo con asistentes al evento, los ajustes en el acomodo de invitados contrastaron con la organización de actos anteriores. En el mitin de marzo, los mismos personajes se encontraban en posiciones más destacadas. En esta ocasión, fueron vistos detrás de las vallas que delimitaban el área de los invitados principales, donde se ubicaron gobernadores y funcionarios del gabinete federal.

Aunque esta distribución podría interpretarse como una reconfiguración de los equilibrios internos del movimiento en torno a la presidenta Sheinbaum. La mandataria, sin embargo, no se refirió públicamente al tema, y durante su discurso se concentró en destacar los avances de su administración en materia social y económica.

Entre los asistentes también se observó la presencia del exgobernador de Chiapas, Manuel Velasco, quien en anteriores actos había tenido una participación más cercana al presídium, así como la de Luisa María Alcalde, presidenta nacional de Morena. En contraste, Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente López Obrador, fue visto en una posición aún más alejada del escenario principal.

El evento, que congregó a miles de simpatizantes en el centro de la capital, fue considerado por analistas como un reflejo de los ajustes políticos al interior del oficialismo tras el primer año de gobierno de Sheinbaum. Aunque no se han emitido posturas oficiales sobre el acomodo de los invitados, la escena ha sido interpretada como un gesto simbólico dentro de la evolución de las alianzas en Morena.