Xiamen, una perla de la “civilización ecológica” en el mar de China
El prototipo de futuro verde tiene en Xiamen un vigoroso ejemplo que combina aprovechamiento económico de los recursos e infraestructura para la población sin menoscabo del medio ambiente
Xiamen.- Toda la profundidad del concepto de la “civilización ecológica” tiene en la ciudad de Xiamen un imponente binomio, el aprovechamiento de mar y montaña que, vistos en conjunto en una moderna ciudad, no es fácil de conseguir. Le ha llevado a la provincia de Fujian, en la costa sureste de China, en la orilla occidental del Estrecho de Taiwán, varias décadas. Apenas en la última década se observa en toda su extensión los alcances para garantizar infraestructura de punta, preservar su patrimonio cultural, rica gastronomía marítima, con paisajes hermosos para el día a día de la población al mismo tiempo que preserva la vitalidad de uno de los enclaves económicos más importantes pioneros desde la Reforma y apertura de China.
Desde mucho antes de su responsabilidad como secretario general y como presidente de la República Popular de China, el presidente Xi Jinping tiene en esta ciudad parte de su trayectoria de base en el Partido Comunista de China. Como parte de la Política de Apertura China bajo el mandato de Deng Xiaoping, Xiamen se convirtió en una de las cuatro zonas económicas especiales originales de China abiertas a la inversión y el comercio extranjeros a principios de la década de 1980; Xi Jinping timoneó parte del proyecto de desarrollo económico que convierten a la localidad es uno de los paisajes urbanos más completos basados en una pujante bonanza económica histórica.
Como parte de la Política de Apertura #China bajo Deng Xiaoping, #Xiamen se convirtió en una de las cuatro zonas económicas especiales originales de China abiertas a la inversión y el comercio extranjeros a principios de la década de 1980. Su sorprendete paisaje urbano actual. pic.twitter.com/xIWaiOgoIZ
— Francisca Martínez (@FranMartinezMx) November 17, 2022
Además de miembro del Comité permanente del Comité municipal del PCCh, Xi Jinping fue vicealcalde en la provincia de Fujian de 1985 a 1988, la ciudad portuaria acababa de ser designada zona económica especial. Xi lideró una serie de reformas que sentaron una base sólida para el desarrollo citadino buscando “potenciar la isla de Xiamen propiamente dicha y perseguir un crecimiento equilibrado en toda la ciudad”. Sus instrucciones desde 2012, hoy son recordados por los lugareños a través de diversos proyectos como el del rescate del lago Yundang y la fundación de Academia Yundang, en el Parque Bailuzhou, un activo recinto cultural y científico que reúne esfuerzos de expertos y académicos de ambos lados del estrecho de Taiwán para el intercambio cultural y la promoción ecológica.
De esta forma, "compartir el concepto y la práctica de la civilización ecológica", una visión de un futuro verde que ha impregnado todos los ámbitos de la política china pasó de los debates en 2007 a ser cada vez una realidad de las metrópolis chinas. La política que tuvo un alcance inicialmente nacional, pero con iniciativas globales como la Franja y la Ruta, ahora toda la cooperación del Gigante Asiático parte de su compromiso con las cuestiones medioambientales a nivel mundial, una política base para restablecer la cooperación y la estabilidad en el orden internacional, para lo cual hay que empezar desde casa. Detrás de la medida, sin duda, hay preocupaciones económicas: la construcción de una civilización ecológica global requiere una red de infraestructuras, comercio, integración financiera y tecnología de energías renovables, cuyo prototipo puede verse en toda su extensión en Xiamen.
Es precisamente en la Academia Yundang donde los ingenieros del Centro de conservación del lago recuerdan cómo durante la reunión de los BRICS de 2017, Xiamen pudo brillar en todo su esplendor ya como una ciudad exponente de la civilización ecológica al recibir elogios de los lideres participantes de la 9ª Cumbre de los BRICS, pero una ciudad bonita no es fácil de conseguir, nos cuenta Fu Xunyi, uno de los ingenieros. Como lugareño recuerda el fétido olor del lago Yundang, que convertía a la zona en un pulular de moscas negando calidad de vida a la población. Hoy es una ciudad de 5.28 millones de habitantes distribuidos en seis distritos y en 2022 ya se consagró como “la ciudad jardín abierta al mar” de China, tras superar los nocivos efectos de la degradación del medio ambiente por el crecimiento industrial no planeado, la contaminación industrial, la principal amenaza de miles de ciudades en el mundo.
El motor económico nacido desde el comercio con Europa desde el siglo XVI, la profundización de la actividad comercial derivado de la Reforma y apertura, con el consiguiente crecimiento de fábricas, hizo que el medio ambiente se deteriorara. Los mosquitos pululaban en la zona, los lugareños recuerdan, cómo las moscas eran tan grandes que una familia debía ver la televisión adentro de un mosquitero porque la presencia de esta fauna era intolerable. La población reclamó que se limpiara el lago. El presidente Xi Jinping y las autoridades provinciales tomaron medidas.
Hoy, cada árbol y piedra de Xiamen es valioso, porque en el norte, Fuping, provincia de Shaanxi, de donde provenía el presidente Xi Jinping esta visión prevalecía. La orientación en el pensamiento del hoy secretario general, investigación sistemática y acción organizada de la ciudadanía permitieron el rescate del lago y comenzar a reorientar una política económica que no fuera a costa del medio ambiente. Aunque hay esfuerzos de la República Popular China desde 1974, es en el año 2000, cuando se intensificó el proyecto de preservación ecológica en Xiamen, pues no es una política aislada de todo el entorno urbano y económico de la región. Para 2018, los avances ya eran visibles, tras un proceso que encierra el aprendizaje y persistencia de al menos treinta años para alcanzar el equilibrio ecológico.
¿cómo lograron rescatar su lago?
Detener la contaminación en una de las pujantes regiones económicas de China solo es entendible con la fuerza del Estado, un Estado con los niveles de credibilidad y autoridad solo vistas en la República Popular de China. La reubicación de decenas de empresas que arrojaban sus desechos, durante el proceso de Reforma y apertura, fue un largo y complejo proceso, recuerdan, muchas fabricas no comprendieron la búsqueda del equilibrio ambiental y terminaron sus operaciones en la zona. El gobierno de Xiamen fue muy firme y trabajó con aquellas empresas que aceptaron la medida para avanzar en un proyecto de rescate ecológico también con características chinas. Emblemas como el lago forman parte del corazón de la ciudad, hogar también de las aves migratorias llamadas garcetas.
El proyecto de rescate considera que es mar de agua salada, los árboles y aves, son particulares, es un entorno muy típico de este lago de China, por lo que cualquier imitación llevaría al fracaso, sin embargo, acota que cualquier política medioambiental debe partir de la realidad objetiva a tratar, incluyendo la participación activa de los afectados. La preservación actual aprovecha todas las ventajas de la energía oceánica, pues el lago tiene una red de drenado sistemático alimentado por la fuerza de la marea, una vez que el nivel de agua sube, la misma fuerza motriz de la marea permite procesar el exceso de agua. De esta forma, no se utiliza energía eléctrica en su mantenimiento, sino una fuente totalmente sustentable y armoniosa.
El bosque de manglares fue uno de los primeros esfuerzos. En el 2000, comenzó la zona de demostración con la plantación de manglares. Ahora, son 25 mil metros cuadrados de manglares para el hogar de garcetas, el ave de la ciudad. Los animales y aves típicos ya tienen un hogar, compartido con los habitantes para su recreación y esparcimiento en el entorno urbano.
Otra de las anécdotas más curiosas es la preservación de un árbol en medio de una calle. Inclinar la cabeza para pasar es lo que exige el árbol. Los lugareños preferían caminar inclinados antes que cortar el árbol, como una forma de convivir con la naturaleza. Esto conmovió profundamente al académico pues observa que la civilización ecológica no es un eslogan, sino parte de la vida cotidiana de los habitantes de Fujian.
La práctica de la gestión del lago Yundang es un ejemplo claro de la civilización ecológica de China para el mundo. Protegiendo el entorno ecológico es un compromiso con el hogar, aseguran, y un paso concreto hacia el futuro de las nuevas generaciones. A ello se suman leyes locales que permiten la gestión y protección de todo tipo de proyectos ambientales, para que la convivencia entre desarrollo económico y naturaleza siga siendo un patrimonio de las nuevas generaciones.
Las autoridades de Xiamen incluso promueven todo el aprovechamiento de la infraestructura vial a través del Maratón Internacional de Xiamen, una iniciativa de carácter ciudadano que permite aprovechar la moderna y completa infraestructura de esta ciudad y su exuberante clima tropical- A 23 grados latitud norte, a la misma altura, siguiendo los paralelos, se encuentran Cuba y México, por eso su clima es la de una ciudad del trópico de América o de su región correspondiente en África-. Su paisaje de montaña, el buen aire de una moderna ciudad, toda su fuerza cosmopolita y al mismo tiempo ser el hogar y fuente de ingresos para sus millones de habitantes convierten a Xiamen en una auténtica perla de la “civilización ecológica” en el mar de China.