Tzukán, la serpiente mitológica de los mayas
Los cenotes ubicados en la península de Yucatán estuvieron relacionados de manera estrecha con una serpiente, esta forma parte de la historia y la mitologí8a de la civilización maya.
El nombre de esta legendaria serpiente es Tzukán, a la que los antiguos mayas consideraban con la protectora de los cenotes, las cuevas y las grutas de esta zona del sur de México.
La leyenda que involucra a esta mitológica criatura de origen maya tiene que ver con el hecho de que, para los antiguos pobladores de esta región, los cenotes eran considerados como “portales sagrados”, estos conectaban el mundo de los vivos con el inframundo espiritual, el Xibalba, por lo que se requería de un guardián, en este caso era la serpiente Tzukán.
Su leyenda cuenta que el dios de la lluvia decidió descansar, por lo que sentó sobre un tronco que empezó a moverse, por lo que la deidad se percató de que se trataba de un ser vivo. La serpiente enorme devoró al caballo alado que acompañaba a la deidad antes de que esta alzara el vuelo.
La deidad de la lluvia enfureció, por lo que montó a la serpiente y decidió que esta sería su nueva montura. Por lo que a la serpiente le salieron dos alas a los costados y lo llevó volando mar adentro.
A raíz de esto, la deidad de la lluvia asignó a Tzukán la misión de vigilar los cenotes, cuevas y grutas para que a estas nunca les faltara agua.
En la actualidad hay un sitio turístico llamado Santuario Tzukán, cerca de la localidad de Pisté.