Tlalpan rechaza que Six Flags tale 150 árboles para colocar nuevo juego
El pasado 8 de julio el parque de diversiones Six Flags presentó el plan de suplir la atracción de Aquaman por un Roller Coaster Tipo A, ante esto la franquicia realizó una consulta ciudadana para llevar a cabo la construcción de una montaña rusa que implicaría la tala de 150 árboles del bosque de Tlalpan. Mientras, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, así como la alcaldía de la demarcación mantienen una postura en contra de esta acción, pues no han otorgado la autorización para la empresa.
Todo esto porque la Dirección General de Evaluación de Impacto y Regulación Ambiental no ha estimado las repercusiones de la obra, no se ha otorgado el permiso de la misma, debido a que no está considerada como una gran construcción, no se requería hacer un llamado a los habitantes, pero la institución ambiental resalta la importancia de hacerla por el temor de los vecinos a la desaparición de áreas verdes.
Cabe señalar que la alcaldía Tlalpan mediante un comunicado informó que se opone a la colocación de un nuevo juego en las instalaciones de Six Flags, esto debido a que reclama que la empresa no se acercó en una primera instancia a las oficinas de este gobierno para solicitar la opinión o el visto bueno.
Y la misma alcaldía opinó que respecto a la consulta vecinal que se realizó del 13 al 16 de julio, están en contra porque no se demuestra claramente, si los tlalpenses están dispuestos a perder una parte del bosque.
Asimismo, rechazan este proyecto debido al riesgo que existe de deterioro a mediano y largo plazo que incluye escasez de agua e inundaciones severas; como el traslado y compensación de árboles mencionados en el proyecto de Six Flags.
Por lo mismo se hizo un llamado a la Sedema y al parque de diversiones a reconsiderar el plan del juego que se pretenden instalar, así como elegir uno acorde a las condiciones ambientales y extensión que tiene autorizado, haciendo énfasis en que “condenan que se privilegie el interés económico por encima del bien superior de la comunidad de Tlalpan y el patrimonio ambiental”.