Nacional Monte de Piedad, ¿al borde de la quiebra?

Nacional Monte de Piedad, ¿al borde de la quiebra?

Por más de 247 años, Nacional Monte de Piedad (NMP) se ha convertido en el salvavidas financiero de millones de familias, ayudándolas a superar sus complicaciones económicas, sin embargo, su director general Javier de la Calle Pardo aseguró que la empresa está al borde de la quiebra; situación que su Sindicato Nacional de Trabajadores ha desmentido, al tiempo que pide a la institución pruebas de sus declaraciones.

En días pasados, De la Calle Pardo explicó en entrevista con medios que las condiciones laborales no permiten el crecimiento de la institución, que además de una mayor competencia por parte de casas de empeño privadas, enfrentan la baja del mercado nacional, por lo que buscarán dialogar con el sindicato variables que eviten que la empresa quiebre.

Resaltó que el costo social de un cierre sería fatal, porque dejaría de atender a un millón 600 mil familias con 7.5 millones de préstamos; aunado a su labor altruista, como la donación a la Cruz Roja Mexicana que con esos recursos renueva una de cada tres ambulancias.

Destacó que el contrato de los trabajadores del NMP ampara solo 34.5 horas a la semana, por lo que las horas extras se pagan con sobresueldos. Además, gozan de prestaciones como un mes de vacaciones, 105 días de aguinaldo, 29 de salario más comisiones por prima vacacional, 48 anuales de premio a la puntualidad y 13 días de descanso obligatorio.

Lo que implica que por once meses efectivos de trabajo se pagan más de 20 meses de sueldo “y aún así el sindicato busca un aumento salarial de 18%”, apuntó.

Por su parte, Arturo Zayún González, secretario general de la representación laboral declaró que, ante tales declaraciones, resulta vital que la institución presente sus estados financieros “para validar si son las prestaciones laborales las causantes de la supuesta crisis económica”, o por el contrario, se busca trastocar los derechos de los trabajadores para obtener mayores ganancias en el esquema con enfoque social de la casa de empeño.

“Hay un claro interés por desaparecer el contrato colectivo y abandonar los fines asistenciales de la institución, lo bueno es que se cuenta con el respaldo de la gran mayoría de los trabajadores para defender lo ganado a través de años de lucha sindical”, atajó.

Al respecto, Alfonso Bouzas Ortiz, coordinador del Observatorio Ciudadano de Reforma Laboral mencionó que, aunque la institución presentó, el pasado 1 de agosto, ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje un procedimiento de conflicto de carácter económico para solicitar la revisión del contrato colectivo de trabajo, la fundación deberá demostrar porqué no es rentable y atacar los saldos negativos antes de disminuir las prestaciones a su base laboral, lo que también involucraría una revisión de sus estados contables.