Opinión: La salud en México, cinco años de promesas fallidas
En la recta final de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, es necesario mencionar un pendiente en particular, la salud. Y es que a pesar del compromiso que realizó con millones de mexicanos hace cinco años, de que el país tendría un sistema de salud de primer nivel, a la fecha, continúa improvisando.
Si bien no soy experta en el tema, sí creo tener sentido común como miles de mexicanos, para darme cuenta de la fallida estrategia en materia de salud, pues el presidente no ha hecho más que improvisar. Testimonios de los ciudadanos que nos repiten una y otra vez en las entrevistas que uno como periodista recoge, en el que dan cuenta de la severa crisis de salubridad, que al final la pagan los más pobres.
Es cierto que construir sistema de salud digno es complejo, ya que son diversos los factores que intervienen, el cual va desde la herencia que dejan anteriores administraciones, propuestas y medidas tomadas por las actuales para corregir y redireccionar, para lograr garantizar el derecho básico de todo ser humano. Pero la crisis sólo se ha agravado.
A lo largo de estos cinco años de gobierno morenista, ha quedado demostrado que la salud no es prioridad para quienes gobiernan. Somos testigos y víctimas de la maniobra propagandística que insiste López Obrador, quien desde que tomó el cargo, prometió un sistema de salud como el de Dinamarca. Mentira que una y otra vez ha sido comprobada al enfrentarnos a la falta de infraestructura para atender padecimientos básicos.
Y no vamos lejos. La nula aplicación de los recursos para el abastecimiento de los medicamentos que se vivieron desde 2019 y que hasta la fecha sigue sin resolverse han cobrado la vida a niños y mujeres con cáncer, personas con problemas renales, psiquiátricos, contra la diabetes, VIH y una lista interminable de padecimientos que seguirá aumentando conforme no se resuelva. ¡Ah, se me olvida! La solución es la megafarmacia vacía que se abrirá próximamente. ¡Una improvisación más!
Este desabasto más la fragilidad en la que se encuentra nuestro sistema de salud al enfrentar la pandemia y el desprecio a la comunidad médica así como a los trabajadores de los mismos hospitales públicos, que hasta la fecha siguen luchando por una basificación, contratos colectivos y mejores salarios, entre otros factores, orillan a que la mayoría de los mexicanos opten por una atención privada, y no precisamente en los hospitales privados, sino en los consultorios adyacentes de las farmacias, que les ofertan atención inmediata, a bajos costos. Datos sumamente importantes, de acuerdo con un estudio revelado por la OCDE titulado Health at a Glance, evidencia a nuestro país con una severa crisis en la salud y de los más bajos en cobertura de este servicio.
Tan despreciado es el problema de la salud para el presidente Andrés Manuel, que durante esos cinco años de gestión no le ha importado que la pandemia haya cobrado la vida de más de 700 mil mexicanos, que el cáncer sea la principal causa de muerte en los niños desde que no tienen medicamentos, que los casos de dengue en los últimos meses aumenten en el sureste del país, lugar del que tanto presume el mismo Ejecutivo, y un sinfín de padecimientos que diario le quitan el futuro a miles de mexicanos.
Para él sólo son cifras, “los otros datos”. No toma en cuenta que cada estadística que da cuenta de la situación crítica que enfrentan los mexicanos, hay vidas, hay familias enteras, que aspiran a tener salud y atención básica; se trata del bienestar de millones de personas.
Pero no, para el presidente son saboteos y exageraciones de “la oposición y de quienes quieren empañar el progreso de la 4T”. Las muertes por la ineficacia en el sistema de salud pueden ser por muchos factores, pero coinciden en un solo responsable.