La lucha por la tipificación de los ataques con ácido en México, se la debemos a todas las mujeres sobrevivientes
La autora habla sobre la lucha colectiva de las víctimas en la aprobación de leyes que tipifiquen los ataques contra mujeres
Por Carmen Sánchez
Dice Marcela Lagarde que ninguna causa la ha ganado una mujer sola y es una frase que tengo muy presente. Sobre todo, desde el 2019, cuando la lucha por la tipificación de los ataques con ácido y otras sustancias químicas contra mujeres empezó a dar frutos.
Hace casi una década cuando yo intenté denunciar el ataque con ácido del que fui víctima no existía la figura jurídica en ningún código penal. ¿Se imaginan? ni siquiera estaba reconocido por el Estado lo que otras mujeres y yo estábamos viviendo en ese momento.
Estábamos cansadas y teníamos mucho miedo y dolor, pero la violencia machista no nos dejó otra opción. Tuvimos que pasar de víctimas a activistas para acceder a tratamientos médicos, terapias psicólógicas y asesoría legal en un sistema que nos prefería muertas.
Por eso es que a mí me parece importante decir que el reconocimiento jurídico de esta violencia la iniciamos las víctimas con heridas abiertas, sin dinero, sin apoyo de las instituciones y tratando de salvar nuestras vidas pese a todos los pronósticos. Nada nos cayó del cielo.
Nadie nos regaló nuestros derechos, nosotras hemos tenido que arrebatarlos. Y si hoy podemos hablar de #ViolenciaÁcida, #ViolenciaQuímica y de #LeyÁcida ha sido gracias a todas las mujeres que se han atrevido a contar sus historias y denunciar el horror. Las abrazo con amor.
Sobre la autora
Carmen Sánchez es una activista mexicana y sobreviviente de un ataque feminicida con ácido. Su lucha para obtener justicia la ha llevado a conocer y respaldar decenas de mujeres sobrevivientes a través de la Fundación Carmen Sánchez. Actualmente, promueve una serie de reformas a la Ley para establecer un tipo específico que castigue adecuadamente a los agresores con ácido y logre justicia para todas las víctimas. Ama bailar, pasar tiempo con sus hijas y tomar café.