Opinión: Crisis hídrica y apagones se agudizan por la falta de inversión local y federal
De manera cotidiana, una de las principales carencias que tiene la población en la capital es el acceso al agua. De manera cruda, millones de habitantes han visto pasar años sin que los gobiernos en turno tomen medidas para una inversión importante en los servicios básicos, entre ellos, el referente al vital líquido. Ahora, sabemos que el área metropolitana de Ciudad de México podría enfrentar una grave escasez de agua a fines de junio por efectos de la sequía que ha deprimido las reservas del sistema Cutzamala, una serie de embalses, plantas de tratamiento, canales y túneles que satisfacen una cuarta parte del consumo de la zona, cuyo estado en sus niveles de agua es por decir algo, agonizante.
A inicios de junio, según un informe de la autoridad nacional de agua, la Conagua, el sistema se encuentra a un 28 por ciento de su capacidad y no podría cubrir la demanda a partir del 26 de junio, lo que ha sido denominado día cero, una fecha que se vuelve la peor pesadilla de los capitalinos una vez que se han venido recrudeciendo los cortes en el suministro del agua, en más y más colonias.
Ahora que la capital del pais vivió un nuevo proceso local y federal, miles de capitalinos acudieron el domingo a las urnas para elegir nuevo presidente y alcaldes, entre otros cargos; sin embargo, ninguno de los aspirantes presentó planes específicos para resolver el tema de la crisis hídrica, pese a que el problema es muy grave, que puede detonar conflictos sociales. Cuando pase el proceso electoral, la realidad estará ahí: la Conagua no cuenta con fondos suficientes para garantizar un adecuado suministro de agua para la capital y el Valle de México y no hay planes emergentes desde hace varios años, una vez que se ha relegado una y otra vez la falta de inversión física en la atención de esta problemática.
Desde la Federación, el panorama no es distinto. Con las medidas de austeridad de la 4T, la inversión en infraestructura física quedó relegada. Desde el inicio del proceso electoral, las tres candidaturas presidenciales dieron a conocer sus propuestas en temas clave para el país, tales como pensiones, salud, educación, cuidados, gasto federalizado, infraestructura, energía, ingresos presupuestarios y la deuda pública. Sin embargo, muchos expertos han señalado en la necesidad de que gane quien gane, se esclarezca la fuente de recursos para materializar sus propuestas de campaña, ya que hasta el momento eso no se ve claro. También, expertos en materia de administración pública han advertido que “estas iniciativas” requieren fuentes claras de financiamiento para ser viables, es decir, la necesidad de una reforma fiscal también se vuelve cada más ineludible.
El saldo que deja la administración saliente y los enormes costos sociales de su política de austeridad se ven no solo en las localidades, sino también en otras áreas igualmente sensibles, si la falta de acceso al vital líquido es una realidad para miles de familias, el tema enérgetico también se ha vuelto un lugar común, porque todos en algún momento han resentido los efectos de los apagones. Si bien el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó el jueves 9 de mayo que México enfrenta un déficit de generación de energía debido a la demora en la entrada de operaciones de algunas centrales de ciclo combinado. En los últimos días se han registrado apagones en varios estados, que coincidieron con incrementos en la demanda de energía sobre los 1.000 megavatios por un aumento de las temperaturas en algunas regiones, reconoció el mandatario en su conferencia matutina.
El propio mandatario López Obrador aseguró que las autoridades ya están trabajando para resolver la situación y regularizar el servicio. No obstante, expertos como Ramsés Pech, analista y asesor de la industria energética, ha señalado que la infraestructura en México no es suficiente para cubrir la demanda de energía eléctrica y si bien están en construcción al menos seis plantas de ciclo combinado en diversas zonas del país, estas no entrarían en operación hasta el siguiente año, razón por la que el problema continuaría y esta problemática seguirá afectando la vida cotidiana de los mexicanos. El denominador común de esta administración saliente es la mal llamada política de austeridad que ahora se vuelve en una amenaza al poco bienestar que tienen los mexicanos en dos bienes vitales, el agua y la energía eléctrica.