Crece la tala de árboles en la Sierra Tarahumara

Crece la tala de árboles en la Sierra Tarahumara

Esta actividad ilícita se ha incrementado en los últimos meses tras la muerte de “El Chueco”, líder criminal de la zona, la tala clandestina en el estado de Chihuahua se ha convertido en una problemática que afecta, no sólo la flora y la fauna de las regiones rurales, sino que esa actividad ha escalado a un problema social y de inseguridad, pues es un negocio muy lucrativo para los grupos de la delincuencia organizada. 

El problema se expandió a otros municipios de la sierra como Bocoyna, Moris, Madera, Batopilas, Moris, Témoris, Temósachic y Urique, este último con una escalada significativa en ese delito, desde el pasado mes de marzo. Anteriormente se presentaba una mayor actividad en Balleza, Guadalupe y Calvo y Guachochi. 

Según los propios habitantes de las comunidades del municipio de Urique, desde que se dio a conocer el asesinato del líder criminal de la región, José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, encontrado muerto en una brecha en Choix, Sinaloa, la tala clandestina se disparó inmediatamente. Habitantes de esas comunidades serranas, denunciaron ante medios de comunicación del estado que tras la muerte de “El Chueco”, grupos de personas comenzaron a devastar los cerros de la región, como lo es el Cerro del Gallego, famoso por sus espectaculares paisajes tupidos de enormes pinos, así como sus impresionantes miradores, justo desde donde hoy en día se pueden ver las zonas taladas ilegalmente y que crean un paisaje devastador en la zona

Personas de la comunidad de Cerocahui, aseguran que el líder criminal José Noriel Portillo Gil, mantenía una estricta prohibición de la tala clandestina en la zona, incluso su grupo delictivo, era el que controlaba y se encargaba de la tala clandestina, la cual realizaban en lugares específicos, pero se mantenía la prohibición de devastar los cerros, pues él líder criminal, mantenía un fuerte sentido de pertenencia en esas comunidades. 

El panorama que se observa a lado de los caminos de la sierra es desolador, pues después de tener grandes bosques y un clima muy agradable, ahora se ven los cerros pelones y el calor cada vez aumenta más, refirió un habitante de Urique.  

A cualquier hora se ven hombres mestizos e indígenas, que son contratados como “talamontes”, mismos que van organizando las hileras de troncos para facilitar el trabajo de los transportadores que se encargan de cargar los camiones, la mayoría sin placas matrícula, los cuales llevan el producto a aserraderos clandestinos

En las orillas de los caminos, también son dejados los trozos de árboles y pinos que los delincuentes consideran que no les sirven, por ser las puntas sobrantes de los altos pinos, o por estar muy delgados o llenos de ramas que podría llevarles más tiempo limpiar, que cortar otros pinos. 

Cabe mencionar que la Profepa y la Semarnat, han detectado en Chihuahua cinco zonas catalogadas como Zonas Críticas Forestales, es decir, lugares de mayor riesgo, mismas que se ubican en los municipios más grandes de la Sierra Tarahumara; Guadalupe y Calvo, Balleza y Guachochi, región que cuenta con miles de hectáreas de recursos forestales

De igual forma, las autoridades han informado que, en esta entidad, la tala clandestina ha terminado con una superficie boscosa de al menos 17 mil hectáreas de recurso natural. 

Por su parte la Fiscalía General del Estado, en los últimos meses, ha asegurado a más de 20 personas y por lo menos 70 camiones utilizados con la tala clandestina, asimismo, entre el 2018 y el 2021, se aseguraron 96 mil metros cúbicos de madera clandestina en diferentes comunidades de la sierra, principalmente en San Juanito, en donde existe una gran actividad para extraer los recursos de forma clandestina y donde a diario reportan cientos de camiones de carga con decenas de troncos producto de esa actividad ilegal. 

Actualmente, las fuerzas de seguridad y de inteligencia tanto del Gobierno del Estado como de la Federación, han detectado a varios líderes criminales que buscan controlar las zonas de tala clandestina, tal es el caso de Melquiades, “el Chapo Calín” o “El 13”, Servando, “el Servandito” o “El 21”, quienes disputan esa actividad en la región de Guachochi. 

Otros líderes criminales que presuntamente buscan el control de esa actividad son, Rodolfo Eduardo L, alias “el Eddy Zafiro”; César Daniel M, “el H2”, y sus hermanos “los H’s”; “El 29", entre otros personajes que integran agrupaciones delictivas que operan en la sierra.