Con candidatura ilegal se llevarán a cabo elecciones en El Salvador el próximo 4 de febrero

El país centroamericano realizará elecciones presidenciales durante un régimen de excepción

Con candidatura ilegal se llevarán a cabo elecciones en El Salvador el próximo 4 de febrero

El próximo domingo 4 de febrero se realizarán elecciones presidenciales en El Salvador, donde además se renovará la asamblea legislativa y las alcaldías municipales, pero, por primera vez en la historia se realizarán durante un Estado de Excepción, vigente durante casi dos años.

Sobre este tema, Eduardo Salvador Escobar Castillo, Director Ejecutivo de Acción Ciudadana de El Salvador, platicó con Canal 6 TV al respecto del proceso electoral que se vive en el país centroamericano.

Para empezar explicó que actualmente se vive bajo régimen de excepción, “recordemos que el gobierno de Nayin Bukele ha implementado una política de guerra contra las pandillas y mantiene el régimen de excepción en plenas elecciones, algo que no pasaba desde la guerra, que hubiera “Estado de sitio” o “régimen de excepción” en unas elecciones en El Salvador”.

Por otro lado, agregó que existe una candidatura ilegal por parte del actual presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien “se ha postulado pese a que la constitución señala que no puede reelegirse, que no puede competir para un segundo mandato consecutivo, en este caso se postuló”.

La estrategia contra las pandillas

Eduardo Salvador narró sobre la situación de pandillas que ha venido lacerando a la sociedad durante décadas, y con la cual el actual presidente se ha hecho de la simpatía popular al combatirlas.

“Hay que partir de que los anteriores gobiernos tenían una especie de pacto, alianza, entendimiento con las pandillas y esto también lo heredó la actual administración, según lo han comprobado periodistas de investigación que determinaron que efectivamente el gobierno mantenía una relación con las pandillas. Esto es importante como punto de partida, porque el gobierno probablemente rompió ese entendimiento en marzo del año 2022 y por lo tanto lo llevo a tomar esta medida del régimen de excepción, que ya tenemos cerca de dos años de esta situación” explicó.

Sobre esto agregó que aunque ha habido detención de varios miembros de las pandillas, ha habido casos de detenciones arbitrarias de inocentes, algo que el gobierno de Bukele ha considerado como “daños colaterales”.

A pesar de lo anterior, “Los salvadoreños dicen ‘no me importa que detengan a un par de inocentes con tal que me den seguridad’. Por eso es que está la ciudadanía apoyando estas medidas pese a todos los cuestionamientos legales que se le pueden hacer a este tipo de acciones” sentenció el Director de Acción Ciudadana.

Oposición debilitada

Por otro lado, una situación que se vive en el país centroamericano es la de la oposición, la cual de acuerdo con Eduardo Salvador se encuentra debilitada, más que nada por el cansancio que ha tenido la ciudadanía ante estos partidos a lo largo de los años, específicamente ante los que han gobernado El Salvador: Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

“Lo que creo que pasó con estos partidos es que el desgaste que se tiene cuando se ejerce el poder, cuando se tiene la Presidencia de la república, la mayoría de diputados, ese desgaste les pasó factura a los partidos. Porque se evidenciaron una serie actos de corrupción de ambos partidos. A parte la ciudadanía vio que no se resolvían sus problemas fundamentales que tiene el país, entonces la ciudadanía tiene como culpables de la situación del país a estos dos partidos”, sentenció.

Agregó que a pesar de que en las encuestas dichos partidos de oposición aparecen con un apoyo sumamente bajo. Pero que a pesar de esto el partido oficialista (Nuevas Ideas) no ha hecho propuestas firmes ante los principales problemas como la Salud y la Educación. limitándose a una campaña de ‘temor’ diciéndole a la gente que “si se pierde un diputado oficialista eso va significar que las pandillas vuelvan a las calles”.

¿Reelección ilegal?

Para este proceso electoral ocurrió un asunto sin precedentes en El Salvador, ya que el presidente en turno pidió licencia para ser candidato por el Partido Nuevas Ideas-partido que él creo tras su disidencia de las filas del Frente Sandinista- esto a pesar de que la Constitución de aquel país señala que no se puede reelegir.

Sobre esto, Escobar Castillo señaló que existen varios factores que han permitido que esto ocurra, en primer lugar el control de la Asamblea Legislativa, que le ha permitido destituir magistrados de la Sala Constitucional así como al fiscal general, además de lograr aplicar un estado de excepción.

A esto se le suma la ‘pasividad’ de Tribunal Supremo Electoral donde, “sus cinco magistrados, se ha dicho que o están amedrentados por que el PNI tiene el control absoluto de la Asamblea Legislativa y los pueden destituir de ‘un plomazo’ o son afines al proyecto político. De hecho los magistrados no tuvieron participación y no dieron su opinión, cuando se hicieron reformas electorales en 2023 por el PNI, que significaron cambios que garantizan al partido ganar las mayorías”.

Por otro lado, el Director Ejecutivo de Acción Ciudadana considera que, “a lo que se encamina El Salvador es a una dictadura, es decir, como primera etapa vamos a tener un partido hegemónico, donde la oposición (si es que sobrevive algún partido) pues no tendrán nada de poder, serán meramente ornamentales, solamente para decir que hay un sistema de partidos; pero esto nos va a llevar a la brevedad del país a convertirnos de un sistema político hibrido a un sistema autoritario que luego transita a una dictadura abierta”.

Para finalizar, aseguró que a diferencia de otros países donde se busca perpetuar en el poder a un partido o personas en “El Salvador se han implementado nuevas estrategias para hacer ese tránsito, no en 10-15 años, sino hacerlo en cinco años. Algo que ya están haciendo donde en 3-4 años han logrado desmontar toda la institucionalidad, controlar las instituciones; amedrentar a la sociedad civil, a la prensa; tener un control social férreo sobre lo que se discute lo que se debate; tener ya asegurado el proceso electoral a su favor”.