AMLO y su falsa campaña de “hechos, no palabras”
Comenzamos a desesperarnos porque en cualquier red social se ve el spot de “en Palacio ya no hay ladrones. Hechos, no palabras”, y es precisamente esa mentira la que más debe agraviarnos como mexicanos
Poco más de una semana de registrarse la llegada del huracán Grace a costas del Golfo de México, tiempo en el que las miles de familias esperan con impaciencia la ayuda de cualquier tipo por la magnitud de las afectaciones, el gobierno de la “transformación” está más preocupado en preparar lo que será el tercer informe de auto celebración, de la llegada al poder del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Comenzamos a desesperarnos porque en cualquier red social se ve el spot de “en Palacio ya no hay ladrones. Hechos, no palabras”, y es precisamente esa mentira la que más debe agraviarnos como mexicanos.
Si bien es cierto que los fenómenos naturales no pueden ser manipulados a consciencia del hombre, sí puede disminuirse en alguna medida su impacto, especialmente en los efectos meteorológicos, pues México tiene sobrada evidencia técnica de los ciclones naturales en su territorio.
Desde el primer trimestre de 2021, el Servicio Meteorológico Nacional había pronosticado alrededor de 40 ciclones tropicales (20 en el Pacífico y 20 en el Atlántico). Esto se supo todavía antes del presente año, puesto que la época en la que se registran estos fenómenos naturales no la acaban de descubrir, por lo tanto los protocolos de auxilio a la población no deben tomarse de un día para otro.
Pero por si no fuera poco, ya se tenía la experiencia de las tormentas tropicales registradas precisamente en el 2020 que afectaron también a más de un millón de mexicanos de distintos estados de la república. Basta con recordar la tormenta tropical Cristóbal que golpeó a Campeche, Tabasco y Chiapas; las afectaciones generadas en octubre por Gamma, Delta, Zeta; Hanna en julio, Genevieve en Baja California Sur. Aún con estos antecedentes, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la bancada de Morena tanto en la Cámara de Diputados como en la de senadores, sin siquiera conocer el funcionamiento ni quién estaba a cargo del Fondo Nacional de Desastres Naturales (FONDEN), decretaron eliminarlo; hoy que hace falta en todos lados, ya no existe.
Todavía vimos el escarnio que hizo de ese fondo el presidente López Obrador, el miércoles 25 de agosto, cuando con orgullo recalcaba que “el FONDEN era de esas partidas que servían para robarse el dinero, no sé quiénes eran los que estaban ahí antes, ahora ya no hay FONDEN, ahora estos casos los atiende directamente el presidente”. La 4T y sus grandes políticas de Estado decidieron desaparecer el recurso destinado para atender estas emergencias que por años son conocidas y con amplia experiencia en el impacto que ocasionan. Pero la incongruencia de Morena no terminó ahí. Suma y sigue. El pasado 26 de agosto, el senador morenista Héctor Vasconcelos, anunciaba que su grupo parlamentario convocaba a todos los senadores a establecer un fondo de ayuda para los damnificados de Veracruz y Puebla. Una especie de cochinito humanitario para limpiarse la cara ante la desaparición del FONDEN que hoy requieren los mexicanos más golpeados por los efectos de Grace.