A un año de Grace, campesinos veracruzanos en el abandono
Por: Yamiri Rodríguez Madrid
El inicio de la actual temporada de tormentas tropicales provocó el involuntario recuerdo del huracán Grace que, en agosto de 2021, afectó a miles de familias en varias entidades de la República, entre ellas Veracruz, donde causó la pérdida de más de 200 mil hectáreas de cultivos y agravó la pobreza de casi dos mil campesinos.
A la fecha, el gobierno estatal morenista, que encabeza Cuitláhuac García Jiménez, está muy lejos de cumplir el compromiso de resarcir al 100 por ciento los daños; y en las poblaciones donde impactó ese ciclón hay ahora mayores carencias, escasez de bienes y servicios básicos e inflación.
El huracán Grace, categoría 3, se impactó en la última semana de agosto en 62 municipios del Totonacapan, la Huasteca Baja, la región de Altas Montañas y Xalapa, la capital veracruzana. Sus vientos fueron de hasta 190 kilómetros por hora, causaron la muerte de ocho personas, la desaparición de otras tres y daños a las redes eléctrica, de agua potable, drenaje y el derribo de numerosas viviendas y comercios construidos con láminas.
Según el reporte de los daños, el ojo del huracán golpeó a 24 municipios: Álamo, Castillo de Teayo, Cazones, Chicontepec, Chumatlán, Coahuitlán, Coatzintla, Coxquihui, Huayacocotla, Coyutla, Filomeno Mata, Gutiérrez Zamora, Espinal, Ilamatlán, Ixhuatlán de Madero, Mecatlán, Papantla, Poza Rica, Tecolutla, Texcatepec, Tihuatlán, Tlachichilco, Zacualpan y Zozocolco.
Tras su paso fueron retiradas 130 toneladas de lodo y escombros y 740 árboles caídos; se desazolvaron 18 ríos y arroyos; se liberaron 57 carreteras y vías de comunicación menores y fueron rescatadas 157 personas que habían quedado en situación de riesgo y aisladas. Se levantó un censo para apoyar a los damnificados y se registraron las pérdidas de ganado y cultivo.
Los productores de cítricos, frijol, maíz, café, plátano, pimienta y papaya fueron los más golpeados.
Fue hasta el dos de octubre de 2021 cuando el titular de la Secretaría de Bienestar, Javier May Rodríguez y el gobernador García Jiménez anunciaron que 24 mil 137 productores habían recibido cuatro mil 500 pesos por las pérdidas agropecuarias; pero a casi un año de la tragedia, muchos otros no han recibido ningún apoyo.
Según las estadísticas difundidas por los llamados “servidores de la nación” y técnicos del programa Sembrando Vida, el censo se realizó en mil 803 localidades de 28 municipios. En 45 mil 318 viviendas se entregaron “supuestamente” apoyos directos, y en efectivo por 35 mil pesos, sumando mil 586 millones 130 mil pesos, y “en cuya entrega se tiene un avance de 99.7 por ciento”.
También se entregaron 24 mil 137 apoyos agropecuarios por la pérdida de animales y cultivos de maíz y frijol, entre otros, por cuatro mil 500 pesos cada uno sumando en total de 108 millones 616 mil 500 pesos y “con un avance en la entrega de 99.6 por ciento”.
Pero el delegado de Sanidad Vegetal del municipio de Tihuatlán, Sergio Ruiz Valencia, reveló que en el norte del estado, solo se rescató el 20 por ciento del cultivo de naranja y que los de papaya y pimienta se perdieron en su totalidad.
“Nosotros venimos arrastrando esas pérdidas en donde el gobierno del estado y el Federal nos minimizaron y nos cotizaron en un pago de cuatro mil 500 pesos por productor”, añadió para afirmar que, en su caso, no hubo una cuantificación real de los daños en la zona norte.
Ruiz Valencia advirtió que los agricultores de esta región cumplieron con los requisitos solicitados para acceder a los apoyos –fotografías, videos, etc.– pero no lograron su incorporación a estos programas. “No hay ya quien toque la puerta para decir qué van a dar. Es más, no queremos que nos regalen, que nos den un crédito con lo que nosotros podamos fortalecernos de esta manera”, dijo.
Ni Sedarpa ni Bienestar llegaron
El pasado 25 de mayo, el titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedarpa) de Veracruz, Evaristo Ovando Ramírez, declaró que estaban entregando 46 millones de pesos (mdp) –34 millones provenientes de la Federación y 12 millones del estado– para poco más de 20 mil productores en 18 municipios afectados por el huracán Grace.
Informó que a San Rafael se destinaría un millón 547 mil pesos. Este municipio es uno de los principales productores de plátano y cítricos con calidad de exportación en el estado. Los campesinos organizados en el Movimiento Antorchista Nacional (MAN) reportaron la pérdida de más de 900 hectáreas de sembradíos.
En reiteradas ocasiones han solicitado, a los tres niveles de gobierno, la instrumentación de un programa que los apoye ante la pérdida parcial o total de sus cultivos; pero el gobierno estatal ha ignorado la petición.
Incluso, el pasado cinco de junio, una comitiva de los mil 800 productores de plátano y cítricos del municipio de San Rafael, quienes perdieron toda su producción, denunciaron que ante la presión para que el seguro agrícola al que tienen derecho cubra sus pérdidas, las autoridades de la Sedarpa se han limitado a entregarles dos mil 500 pesos.
“Vinimos para que se hiciera entrega de nuestro seguro. Hemos estado presionando y denunciando por muchos meses y hasta ahora se dignan venir, pero nuestra sorpresa fue que ni siquiera aparecemos en la lista”, denunció uno de los afectados.
Pero estos campesinos no son los únicos afectados, pues casi dos mil productores de vainilla, frijol, críticos, entre otros, llevan meses luchando para que los escuchen.
“Para que el Seguro Agrícola Catastrófico de la Sedarpa nos pudiera pagar los daños tuvimos que entregar muchísimos requisitos; teníamos que demostrar que al menos el 70 por ciento de nuestros plantíos habían sido destruidos, entregar fotografías, evidencias y muchos papeles. Hoy nos salen con un pago de dos mil 500 pesos. Parece que no entienden que perdimos nuestro trabajo, nuestro medio para ganarnos la vida. Gastamos más cumpliendo los requisitos para ser empadronados que con esta burla que nos están entregando hoy”, denunciaron públicamente.
Otros municipios donde los apoyos fueron ínfimos son Gutiérrez Zamora, Papantla, Coatzintla, Tihuatlán, Castillo de Teayo, Cazones, Filomeno Mata, Mecatlán y Espinal, con montos entre mil 500 y dos mil 500 pesos, dependiendo de la pérdida que tuvieron, si es maíz o imperecedera.
En su comparecencia ante el Congreso local en noviembre del año pasado, Evaristo Ovando Ramírez se había comprometido a que, en febrero de este año, terminaría de pagar el seguro catastrófico con una póliza de 30 mdp para 258 mil hectáreas.
Recuperación a largo plazo
Miguel Bastian Sierra, dirigente del MAN en la región, advirtió, hace meses, que con las pérdidas agropecuarias causadas por el huracán se avecinaban problemas económicos graves para los productores, debido a que los cultivos de plátano y limón son la principal fuente de empleo.
Alberto Chávez, productor afectado, demandó el apoyo urgente de los tres órdenes de gobierno, ya que prevé que la recuperación económica llevaría entre ocho meses y dos años, sin prever que los cultivos serían bien abonados. “Pero para eso se necesitan recursos económicos para poder hacerlo”, puntualizó.
Por su parte, Josefina Arenas Martínez, productora de cítricos en la comunidad El Pital, detalló que el huracán afectó las plantas, les provocó estrés y rayó la fruta del limón, con lo que se convirtió en un producto de tercera calidad, lo que ha afectado la economía de sus familias y la de los jornaleros.
Roberto Pumarino, pequeño productor de plátano, indicó que sus cultivos se perdieron totalmente y que por ello urge a las autoridades que apoyen con insumos a los campesinos que cultivan limón y plátano.
“Para poder recuperarnos tienen que pasar dos o tres años; es urgente que se apoye al sector agrícola, ya que éste es uno de los más importantes y sostiene la economía de nuestro país”, argumentó.
Con la nueva temporada de huracanes ha empezado el inventario de pérdidas de 2022. El pasado 12 de junio, las granizadas dañaron cultivos en varios municipios, principalmente el de maíz. La Subsecretaria de Agricultura de la Sedarpa, Patricia Córdoba Carballo, informó que aunque se tiene el reporte de pérdidas en Ayahualulco, Perote y Las Vigas de Ramírez, en la zona centro de la entidad, están en espera de que los ayuntamientos les proporcionen la información necesaria para atender a los productores.
“Lo que nos aconteció fueron algunas granizadas en algunos municipios cercanos a Perote; ya están las autoridades haciendo sus listados de productores afectados y hectáreas, los seguros ya están empezándose activar. La tarea es de los ayuntamientos para que hagan el levantamiento de estas listas y las hagan llegar a la secretaría. Apenas se está cuantificando”, reconoció la funcionaria estatal.
Pese a las afectaciones de cada año y al riesgo que representan las tormentas tropicales, la Sedarpa asegura disponer de 30 mil 517 mdp –sin incluir créditos de la banca privada– “para fomentar una agroindustria sustentable; y con los cuales podría beneficiar a 317 mil 686 productores y 900 mil hectáreas”. Esto, sin embargo, está plasmado solo en el discurso, pues la realidad de los campesinos es otra.
El gobierno estatal ha presumido que además cuenta con recursos federales de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Saer), mil 983 mdp; la Secretaría del Bienestar (SB) cuatro mil 25 para el programa Sembrando Vida y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) 84.8 mdp.
También incluye el supuesto impacto del Programa de Financiamiento a la Mediana Empresa (PFME), con 306.1 mdp; Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), con 19 mil 892; Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FNDARFP), con tres mil 727 y Sedarpa mediante una inversión de 497.3 mdp.
El exsubsecretario de Desarrollo Agrícola, Víctor Hugo Chagra Guerrero, había comprometido, hace unas semanas, la canalización de 128.4 mdp para capacitar a 500 técnicos extensionistas de 208 municipios, la creación de mil 500 escuelas campesinas, la compra de equipo agrícola y fertilizantes orgánicos, el desarrollo de 90 foros en 50 demarcaciones productoras de maíz, caña de azúcar, cítricos, café, piña y plátano y el aseguramiento ante riesgos climatológicos.
El subsecretario de Desarrollo Rural, Agronegocios e Infraestructura Agropecuaria, Juan Posada Pérez, anunció un presupuesto de 112.1 mdp para promotores de desarrollo territorial y crédito, convenios de colaboración interinstitucional, incentivos a cafeticultores, actualización y vinculación a través de los programas como Sedarpa en Campo y Sedarpa Comunica.
Ha pasado más de medio año y el campo veracruzano sigue sin reactivarse.
Los otros problemas
A esto se suman los problemas añejos del campo veracruzano: el martes 14 de junio, un grupo de caferticultores se manifestó frente al Palacio de Gobierno, en Xalapa, para exigir políticas que beneficien a los pequeños productores y no a las empresas transnacionales. Según argumentaron, ésa es su demanda desde 1982, cuando aún existía el Instituto Mexicano del Café (Inmecafé) con sede en la capital del estado.
Fernando Celis Callejas, de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC), señaló que entre sus demandas se hallan mejores precios, la creación de un nuevo organismo gubernamental así como la revisión y aprobación de la iniciativa de nueva Ley para la Cafeticultura Mexicana, la cual busca garantizar precios justos en el mercado e incremento de la producción y un freno al “robo hormiga”.
“No es muy adecuado que cuando hay un problema que afecta a los productores venga un funcionario de México y se ponga de lado de las compañías; el mismo gobernador sale manejando un video de que pagan bien las compañías, que pagan buenos precios. Dicen que estamos obsesionados con las compañías trasnacionales, pero no hay ningún país donde haya tanto control de estas grandes empresas y tienen privilegios. ¿Por qué se mantienen privilegios, si el gobierno dice que ya no hay una política neoliberal?”, cuestionó.
El presidente del Consejo Veracruzano de Productores de Maíz (CVPM), Ramón Pino Méndez, puntualizó que el encarecimiento de los fertilizantes ha ocasionado una baja en la producción de maíz en la entidad, donde se estima que hay más de 600 mil productores.
“Recordemos que los fertilizantes y todos los insumos subieron de precio; tenemos menos superficie cosechada de la que se esperaba por situaciones de clima. Lógicamente que eso nos merma la producción y obliga al país a que se puedan comprar granos básicos en otros lugares”, comentó.