A dos semanas de la tragedia, Huehuetla continúa entre el lodo

Las calles y casas damnificadas se convierten en focos de infección, la limpieza no es eficiente y pronta, y se ve limitada por la falta de equipos pesados

A dos semanas de la tragedia, Huehuetla continúa entre el lodo

Huehuetla, Hgo.-  A dos semanas de las intensas lluvias que desbordaron ríos, arrasaron caminos y dejaron comunidades incomunicadas en la Sierra, la Huasteca y la región Otomí-Tepehua; en Huehuetla las calles de las colonias más afectadas permanecen cubiertas de lodo y escombros, lo que representa un riesgo inminente para la salud de las familias damnificadas. A pesar de la presencia y los esfuerzos coordinados de voluntarios y afectados, la escasez de maquinaria pesada y la ineficacia gubernamental están ralentizando críticamente los trabajos de limpieza, dejando a la población en una situación de vulnerabilidad. En toda la cabecera municipal solo trabajan cinco máquinas.

En la Colonia Nueva, una de las más golpeadas por la tragedia, el panorama es desolador. El lodo acumulado, mezclado con desechos arrastrados por el río, rebosa las calles y dificulta el acceso para la entrada de ayuda humanitaria, como víveres y despensas. Los vecinos, entre ellos niños, mujeres y adultos mayores, se exponen a enfermedades ante la imposibilidad de transitar o ventilar sus hogares de manera adecuada.

Además, la limpieza del municipio, gravemente afectado, inició en las calles del centro, donde el nivel del agua no rebasó el metro, mientras en las calles aledañas al río el agua rebasó los primeros pisos de las casas y el lodo se mantiene hasta los 2 metros, en algunas casas.

En la calle 16 de enero, residentes trabajan incansablemente junto a voluntarios y contados elementos de la Marina para sacar el lodo de sus casas. Sin embargo, la ayuda se topa con un obstáculo logístico: la falta de maquinaria especializada hace que el avance sea lento y agotador. "Agradecemos el apoyo de los voluntarios, pero sin retroexcavadoras y camiones de volteo, esto es como querer vaciar el río con un cubo. Las calles siguen intransitables", relató una vecina mientras ayudaba a limpiar.

“No están limpiando las calles más afectadas, aquí solo pasan los volteos que vienen a tirar el lodo del centro. Si no nos limpian, llueve y todo se vuelve a meter, las cosas y lodo que habíamos logrado sacar, esa situación pasó la noche del lunes 20, y hay riesgo de enfermarnos. No acabamos de salir del lodo, mientras más sacas más aparece”, señala Francisco, habitante de la Colonia Nueva.

El sector salud reporta incremento en enfermedades gastrointestinales y advierte sobre un repunte de casos de dengue, derivado del estancamiento de agua y las condiciones insalubres que persisten en la región. La situación se agrava ante la acumulación de residuos orgánicos e inorgánicos que, con el paso de los días, generan malos olores y propician la proliferación de insectos, aumentando el riesgo de infecciones entre la población.

Además, la falta de acceso a las calles más afectadas limita la llegada de ayuda para los damnificados. “Las despensas que están brindando no llegan hasta aquí porque no hay paso, los afectados estamos aquí trabajando en nuestras casas, sacando el lodo y tratando de rescatar lo que podemos, pero cuando nos avisan que están en la glorieta repartiendo, por más que corremos ya no alcanzamos nada. Todos necesitamos, no hay abasto de insumos, pero a los más afectados no les está tocando”, señala el señor Francisco.

Los habitantes y los mismos equipos de auxilio hacen un llamado urgente al gobierno municipal y estatal para que destine más maquinaria pesada a la zona. Mientras tanto, la solidaridad vecinal y la ayuda de organizaciones civiles siguen siendo un pilar esencial, intentando suplir la grave carencia de recursos oficiales.

La tragedia en Huehuetla dejó en evidencia no solo la vulnerabilidad de la región ante fenómenos naturales, sino, particularmente la incapacidad de los diferentes niveles de gobierno de hacerle frente a los desastres y apoyar a la ciudadanía. Además, es evidente la crítica necesidad de reforzar la infraestructura y las labores de rescate y reconstrucción, y el desmantelamiento de la infraestructura de servicios públicos municipales, incapaces de hacer frente a estás contingencias.