Adelantan regalo de navidad a diputados morenistas; les dan una mac y 100 mil pesos
El grupo parlamentario de Morena repartió computadoras MacBook Air a sus 253 diputadas y diputados federales previo al cierre del periodo legislativo, una decisión que vuelve a poner bajo la lupa el discurso de austeridad que el propio partido ha promovido desde su llegada al poder. La entrega ocurrió mientras se debatía la reforma sobre vapeadores, momento en el que los legisladores comenzaron a salir del pleno en grupos para acudir a una sala privada donde recibieron el equipo.
Cada representante recibió una mochila negra con el logo de Morena y sus iniciales; en el interior venía una MacBook Air de 256 gigabytes, cuyo precio comercial ronda los 19 mil pesos. Aunque el diputado Ricardo Monreal afirmó que las computadoras serán devueltas al final de la legislatura, el costo total de los 253 equipos se estima en más de 4.8 millones de pesos, monto que contrasta con las políticas de reducción de gasto que el partido suele promover.
Consultada por una postura oficial, el área administrativa del grupo parlamentario confirmó la adquisición. El coordinador administrativo, Miguel Faruk, explicó que la compra provino de “economías del grupo parlamentario” y respondió a solicitudes de legisladores que pedían una laptop para trabajar desde sus territorios. Sin embargo, la justificación no evitó cuestionamientos sobre si este tipo de gastos son compatibles con la austeridad que Morena exige a otras instituciones.
Además del equipo, cada legislador recibió un cheque correspondiente a subvenciones por atención ciudadana, asistencia legislativa, transporte y hospedaje, montos que rebasan los 100 mil pesos por persona. La entrega está respaldada en la Ley de Remuneraciones, aunque su distribución simultánea a los aparatos electrónicos amplificó críticas sobre el uso de recursos internos del grupo parlamentario, el cual después de todo proviene de dinero público.
El episodio se suma a una serie de señalamientos recurrentes hacia Morena por prácticas que no siempre corresponden con la narrativa de ahorro y contención del gasto público. Para diversos observadores, este tipo de acciones evidencia la distancia entre el discurso de austeridad y las decisiones internas del partido en el Congreso.