Shanghái: cuna de la actual grandeza de China y el brillo de su ciudad más occidental

• Memorial en la ciudad más occidental de China preserva la huella del Primer Congreso Nacional del Partido Comunista de China

Shanghái: cuna de la actual grandeza de China y el brillo de su ciudad más occidental

Shanghái. - Una modesta vivienda con un reducido comedor, rústico y pulcro es el sitio donde empezó la grandeza actual de China, con el surgimiento del Partido Comunista de China, en uno de los barrios que para principios del siglo XXI era un suburbio precario en comparación con la gigantesca belleza urbanística que encierra su Bund emblemático actual y las decenas de calles a la redonda. Los suburbios enmarcados en diversas tradiciones arquitectónicas eclipsan ante el dominio de su desafiante Torre de Shanghái-el segundo más alto de China- o su extenso y bello Malecón, en el núcleo financiero y comercial de Lujiazui de Pudong.

Alrededor de una mesa donde figuran los utensilios para tomar el té, con sus sillas de madera, en torno al que se reunió el grupo fundador del Partido Comunista de China son preservados aquí como si el tiempo se hubiera detenido. Sin embargo, ha pasado más de un siglo, pues el nacimiento del PCCh se dio en un contexto de profundos cambios para esta ciudad que en 1921 no estaba exenta de la turbulencia política por diversos acontecimientos en marcha; la ocupación imperialista británica, la disolución del imperio y la formación de una república débil, el inicio de la Primera Guerra Mundial, hasta que, en 1919, la Conferencia de la Paz en París atribuyera al Japón las antiguas posesiones alemanas en Shandong, un largo periodo de fraccionamiento nacional que marcaron a toda China. En este contexto, dos años después, un grupo de intelectuales funda el Partido Comunista de China reunidos al interior de esa rústica vivienda de Shanghái y en el mismo año, en Cantón, se forma un gobierno nacionalista presidido por Sun Yantsen.

La fundación del Partido Comunista de China es uno de los momentos estelares de la historia contemporánea del Gigante Asiático que se guarda en el Memorial del Primer Congreso Nacional del Partido Comunista de China, en la calle calle Xingye, en el distrito de Huangpu, es un museo a nivel nacional, compuesto por la preservación de la sede del Primer Congreso Nacional del PCCh, una sala de juramento y una zona de exposición recién construida con motivo del Centenario del PCCh por parte del Gobierno popular municipal de Shanghái.  Era la vivienda de uno de los miembros fundadores, un modesto matrimonio que decidió asignar la primera planta de su hogar para que el nuevo proyecto tuviera su centro de operaciones ante las tareas que tenia en sus manos.

La sede del primer Congreso del Partido Comunista de China se construyó en otoño de 1920 en el estilo típico de shikumen - estilo arquitectónico tradicional de Shanghái que combina elementos occidentales y chinos, y que apareció en la década de 1860- de Shanghái y el Primer Congreso Nacional del Partido Comunista de China se celebró allí el 23 de julio de 1921. El Primer Congreso Nacional aprobó el primer programa y la primera resolución del Partido, eligió la dirección central y proclamó su fundación de manera oficial.  En septiembre de 1952, se renovó la sede del primer Congreso del Partido.

El Memorial es un bello sitio lleno de pinturas asociadas a la cultura tradicional china, por ello hay referencias al río amarillo, pero también una explicación en torno al espíritu de la nación que apuntaló el recién nacido Partido para liderar al pueblo chino en una larga expedición a ser la nación independiente que es hoy en todos los terrenos; por ello, valores nacionales como la Gran muralla como ejemplo de trabajo laborioso y esforzado hasta este museo constituyen los ocho lugares importantes para entender la travesía a la etapa contemporánea de China de la mano del liderazgo del PCCh.

Una escultura recreando la marcha de los miembros fundadores dan eco del primer Congreso. El primer artículo daba nombre al Partido Comunista de China, que se plasma en bellos caracteres dorados. "no olvidar la aspiración original, recordar la misión y esforzarse siempre" se lee en este recinto.

Más de 600 objetos y más de 1000 imágenes representan la historia de la fundación del partido y el complejo contexto nacional e internacional en la que vio su nacimiento, por ejemplo, la ocupación de la Gran Bretaña y la Guerra del opio como punto de inflexión, así como los perniciosos efectos de la invasión de los poderes occidentales, todo ello ocupa un sitio en este Memorial, pues hicieron al país más débil y frágil. Con la amenaza de los poderes occidentales, la dinastía Qing firmó acuerdos lesivos con éstos y marcó el destino de sumisión de la nación china comprometiendo la prosperidad, poder y autosuficiencias alcanzadas hasta entonces. La réplica de la reliquia del Antiguo Palacio de Verano destruido por la invasión tiene un lugar aquí como prueba del peligro en la que se encontraba la patria y la emergencia para que una fuerza organizada la pusiera a salvo. En Pekín, ese palacio fue invadido y encendido, hoy solo quedan las ruinas, entre ellos un edificio de estilo occidental, el último reducto del avasallamiento extranjero contra una nación sin capacidad de defensa y artillería de las dimensiones de sus enemigos. La nación china tuvo que luchar por su libertad.

Fue hasta 1949 cuando los comunistas ocuparon toda la China del norte. El ejército popular cruzó el Yagnzi y ocupó Shanghái y Nanjing. La República Popular China se proclamaría en Nanjing el 1 de octubre de 1949, 28 años después de la fundación del PCCh. Un video e incluso las réplicas de los micrófonos desde donde se hizo ese anuncio son preservados en este lugar. A partir de entonces, la nación china tenia frente a si nuevos capítulos de peligro: el inicio de la guerra de Corea y de la histórica intervención china, la campaña de supresión de los contrarrevolucionarios que se refugiaron en Taiwán y para 1953 comenzaría su primer plan quinquenal, con 582 millones de habitantes que alimentar, en medio de una  transición acelerada de la urbanización y migración masiva del campesinado, decisiones internas complejas y un largo camino hacia el apuntalamiento de su socialismo con características chinas.

A pesar del rubor, el maquillaje y los reflectores cinematográficos, la hermosa y seductora ciudad occidental de Shanghái no puede negar su pasado ni tampoco su avasallante paso en la modernidad, ni su variada marcha en la vida cotidiana de sus 26 millones de habitantes tras los efectos de la pandemia de Covid-19.

Sus zonas residenciales e incluso zonas fabriles han sido centro de las políticas de Covid-Cero, al igual que otras metrópolis chinas, pero ahora las calles rebosan de lugareños, los restaurantes son festivos y reciben comensales a toda hora, los atardeceres reúnen a los jóvenes frente al Bund, todos con decenas de historias por contar y un futuro que seguir escribiendo.

Shanghai, al igual que Yan´an, buscan transmitir los valores de "no olvidar la aspiración original, recordar la misión y esforzarse siempre".

Mientras, su acelerado paso a la modernidad dentro de la dinámica de las urbes chinas sigue conquistando corazones cuando se sube a su imponente Torre Shanghái, el segundo rascacielos más alto de todo planeta y en el edificio de mayor altura de China, con sus 632 metros. Sus 128 pisos nos muestran que el Gigante Asiático no olvida su ascendente marcha, pero brinda al espectador una poderosa metáfora sobre cómo alcanzar de manera firme e inteligente el cielo, para tomarlo por asalto si es necesario, trazando la ruta hacia un nuevo futuro en el país y en el mundo, legado a las nuevas generaciones. Los antepasados de los chinos construyeron una poderosa muralla, atraviesan mares con su sistema de ingeniería y frente al exuberante paisaje del rascacielos que domina la ciudad de Shanghái nos dice sobre el largo camino hacia adelante, en una nueva expedición, para seguir la honda huella de los comunistas en todos los terrenos incluso el arquitectónico. Después de todo, el socialismo, es siempre un trabajo de construcción constante en todos los terrenos.