Mujeres violentadas protestan ante AMPEVIS de Ixtapaluca, denuncian discriminación y maltrato
¿Pero qué quieres que hagamos si es tu esposo?, les dicen
Víctimas de maltrato y delitos sexuales denuncian abusos, discriminación y violencia por parte de la Agencia Especializada de Violencia sexual y de Género (AMPEVIS) en Ixtapaluca Estado de México.
“Pero qué quieres que hagamos, si es tu esposo?” así le respondieron al intentar levantar una denuncia por las diversas lesiones debido a los golpes y el abuso sexual provocadas por su aún esposo; la mujer que la atendió, con sus preguntas y actitudes, la revictimizó una y otra vez, haciéndola sentir culpable por haber sido abusada.
Finalmente accedieron a levantarle el acta, pero con la indicación de pasar por una revisión con el médico legista, que por boca de otra mujer suele pedirles a las víctimas que se dejen “tocar” a cambio de ponerle mayor gravedad en las lesiones en el informe.
Una mujer relata que en una ocasión fue a denunciar que su esposo la había privado de su libertad y había abusado de ella por varios días después de llevarla a otro país con engaños a lo que le respondieron: “pero de qué te quejas, si tú te fuiste a entregar”.
No sólo en AMPEVIS, sino también en el Centro de Justicia para la Mujer de Amecameca, instancia a la que remiten a las víctimas los fines de semana y que supuestamente especializada también en violencia para la mujer, otra mujer cuyo nombre también omitiremos por obvias razones, intentó levantar su denuncia; pero ahí, donde se supone que están capacitados en perspectiva de género, la tuvieron todo el día esperando literalmente sin comida ni nada, desde la una de la tarde hasta la media noche, poniendo en riesgo su integridad al regresar a casa; le tomaron la denuncia y le dieron orden de alejamiento pero, de manera indignante, cuando ella le preguntó al abogado que la atendió qué procedía además de la orden de alejamiento, él le dijo que el maltratador debía darle a ella algo para resarcir el daño, una crema o algo para que se atendiera los golpes, y que ella podía otorgarle el perdón para que no le destruyera la vida y pudiera tomar terapia para dejar de maltratar y curar su alcoholismo, nuevamente culpando a la víctima, pues otorgar el perdón invalida su denuncia.
Desafortunadamente en estas oficinas, que se supone deberían tener personal capacitado para atender estos casos, se otorga una atención tan mala, que las mujeres que llegan a denunciar y que se encuentran en un estado de vulnerabilidad emocional, desisten de denunciar o hasta perdonan a sus agresores. Nuestro país necesita personal capacitado en materia de violencia de género, hoy más que nunca es urgente una reestructuración de estas instancias, para que hagan su trabajo y sirvan para lo que se supone fueron creadas.