Morena pretende usar la democracia a conveniencia

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha escalado sus ataques contra periodistas, medios de comunicación y organismos autónomos. Una semana si ya la siguiente también ataca desde la tribuna principal, su conferencia matutina, con la intensión de dejar en claro que: “estas con la 4T o en su contra”.

Para nadie es novedad, aunque por eso no sea preocupante, que López Obrador y el INE siguen en desacuerdo porque éste último se mantiene en su posición de defender la democracia y hacer respetar las leyes que como institución le toca aplicar y vigilar y no doblegarse a las pretensiones del Presidente. Es por eso que una vez más ordenó a Morena y los 18 gobernadores del mismo partido, bajar de las plataformas digitales el desplegado en apoyo al mandatario ya que viola las normas establecidas por la veda electoral con miras a la “revocación de mandato”, pues fue considerada por el instituto como “propaganda” que destaca “el supuesto cumplimiento de los compromisos, así como los apoyos brindados y la forma de gobernar con el pueblo y para el pueblo”.

Y es que a los de Morena, se les olvidó que fueron ellos mismos quienes en 2019 votaron a favor de prohibir la propaganda gubernamental durante la revocación de mandato, lo que obliga a “suspenderse la difusión en los medios de comunicación de toda propaganda gubernamental de cualquier orden de gobierno” y la cual fue publicada en el Diario Oficial de la Federación del mismo año. ¿Y luego entonces quién miente?

Una de las razones principales de la campaña a favor del presidente por parte de los gobernadores de Morena, es que buscan defenderlo a capa y espada luego de que el periodista Carlos Loret de Mola y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad evidenciaron la vida de lujos y posible conflicto de interés por parte del hijo mayor de Andrés Manuel con Pemex. Esto, tira por la borda la bandera de la austeridad y el combate a la corrupción, que utilizó el Presidente para llegar al cargo.

Pues bien, los ataques contra los periodistas que revelaron la “Casa gris” de José Ramón López Beltrán no se hicieron esperar, y son casi 20 días de ataques constantes. Asimismo, contra quienes no profesan el discurso oficial como es el caso particular antes mencionado y que, al puro estilo de un dictador, el tabasqueño solicitó al Instituto Nacional de Trasparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), a que realice una investigación para hacer públicas las percepciones, bienes y el “origen de la riqueza que posee el periodista Loret de Mola”.

Lo que no esperaba el presidente, es que el INAI le daría una respuesta negativa a la petición, argumentando que “no cuenta con facultades constituciones ni legales para realizar investigaciones como la solicitada puesto que requiere de distintas entidades públicas como el SAT, la UIF entre otras”. Además de advertir que se tiene que tomar en consideración en caso de seguir con la petición, la violación a los artículos 6to y 16 los cuales se refieren a que “la información privada y los datos personales será protegida en los términos y con las excepciones fijen las leyes así como toda persona tiene derecho a la protección, acceso, rectificación y cancelación de los mismos. (…)”.

Los destapes de la corrupción que hay al interior de gobierno morenista le han traído reacciones viscerales al propio presidente, que han escalado en el nivel de gravedad de lo que hasta el momento hemos visto como la vulnerabilidad de los propios datos de particulares y una tendencia a la baja en la calificación de los mexicanos para con él.

Esta semana, el gremio periodístico se ha pronunciado en la medida de lo posible, en contra de Morena tanto de diputados como senadores, directivos del partido en los estados y hasta en la propia mañanera de frente al presidente. Los periodistas comienzan a despertar.

Tanto los organismos autónomos como la sociedad en general debemos estar alerta y exigir el cumplimiento de la ley, no dejarnos intimidar por quienes en el momento en turno tienen el poder. La mejor denuncia que podemos hacer y a una sola voz es desenmascarar a Morena. Aquí sí por el bien de todos.

Asfixiar la libertar de prensa es asfixiar la libertad de un país.