Maíz y frijol piden familias raramuris; la sequía acabo con sus cosechas
La zona serrana del estado de Chihuahua se vio severamente afectada por la falta de lluvias en este 2023, año que, según los datos históricos de la CONAGUA, es el más seco en 40 años, acumulando solo 103 milímetros de lluvia entre los meses de junio y agosto.
La falta de lluvias en la zona serrana, donde viven miles de familias Tarahumaras, siembran sus parcelas esperando que llueva, ya que no se tiene la infraestructura para riego, pero la ola de calor y sequia provoco que sus cultivos no se lograran, agravando su situación de pobreza.
Ante la sequía, la comunidad indígena Tewerichi, poblado perteneciente al municipio de Carchi, junto con sus autoridades ejidales, acudieron a la Secretaría de Pueblos y Comunidades Indígenas a solicitar apoyo de maíz y frijol para garantizar la sobrevivencia de la población, ya que este año sin lluvias no tendrán cosecha.
José Evaristo González. Presidente y comisariado ejidal, mencionó que son más de 800 familias que se vieron afectadas por la sequía y quienes perdieron sus cosechas y ahora no tienen como sobrevivir, pues las fuentes de empleo en la zona son escasas, teniendo que salir a las ciudades como Cuauhtémoc o Chihuahua a conseguir trabajo o pedir dinero en los semáforos, poniendo en riesgo la vida de sus familias.
“Sembramos nuestras tierras, pero no se dio nada, todo está muy seco”, afirmó José Evaristo. La zona serrana está muy afectada ante la falta de lluvias, pues la zona de Carichi fue parte del programa de estimulación de lluvias, sin embargo, solo una pequeña área se benefició con mínimas precipitaciones.
La comisión conformada por las autoridades ejidales fue atendida por Jessica Vázquez, coordinadora del área jurídica y Javier López Arzate, director de operaciones de la SCyPI, a quienes les entregaron una solicitud para que les brinden apoyo alimentario.
Por parte de los funcionarios se les ofreció contemplarlos en el Programa Integral de Producción Agropecuaria (PIPA) 2024, cuyo objetivo es brindarles semilla para la siembra y en lo que se levanta la cosecha se les entrega apoyo alimentario. El funcionario resalto que ese programa fue diseñado por un indígena, especialmente para las comunidades indígenas e incluye alimento tres veces al año, semilla para cosecha, huerto de traspatio y aves de corral donde se les dota de 15 gallinas y un gallo, así como material para construir el gallinero.