En riesgo de pérdida de 300 toneladas de semilla certificada de frijol para Durango
Tras los crecientes desafíos para el sector agrícola, un nuevo problema amenaza con agravar la situación de los productores de frijol en el país. Están en riesgo de perderse 300 toneladas de semilla certificada de frijol si la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del Estado (SAGDR) no cumple con su compromiso asumido el pasado lunes ante Víctor Villalobos, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural federal (Sader).
En una reunión crucial para el futuro del sector agrícola, la SAGDR se comprometió a actuar para garantizar la distribución y utilización de estas 300 toneladas de semilla certificada. Este compromiso es vital, ya que la semilla certificada es fundamental para asegurar la calidad y rendimiento de las cosechas de frijol, un cultivo esencial en la dieta y economía de muchas regiones del país.
Víctor Villalobos, titular de la Sader, ha subrayado la importancia de este compromiso, destacando que el uso de semilla certificada puede incrementar significativamente la productividad y calidad del frijol, beneficiando tanto a los productores como a los consumidores.
Por su parte, Rubén Ibarra Alcántar, presidente a nivel estatal del Sistema Producto Frijol, señaló que el pasado lunes 3 de junio, el titular de la SAGDR a nivel federal estuvo en Durango para dar el banderazo de salida al programa nacional de semilla certificada para cuatro estados, entre ellos Durango.
El problema, comentó Ibarra Alcántar, es que en una reunión sostenida la mañana de este miércoles con el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del Estado ya les dijeron que ellos no le van a entrar a ese programa federal.
Ante ello, las 300 toneladas de semilla certificada se pueden perder e irse a otro estado, por lo que Durango se quedaría sin ese beneficio.
La situación es especialmente crítica en un contexto donde los agricultores ya enfrentan desafíos debido al cambio climático, fluctuaciones de precios y otros factores externos. La semilla certificada es un recurso crucial para mitigar algunos de estos desafíos, proporcionando una base más robusta y fiable para las cosechas.
Por su parte, algunos expertos en agricultura han señalado la necesidad de una coordinación más efectiva entre las autoridades estatales y federales para garantizar que los compromisos se traduzcan en acciones concretas y beneficios tangibles para los productores.