Mientras AMLO presume cifras de empleo, mexicanos viven con bajos salarios
El pasado 2 de junio del presente año, el presidente Andrés Manuel López Obrador, presumió que la economía mexicana registraba niveles récord en generación de empleos, salario promedio e inversión extranjera; sin embargo, la realidad es otra para los miles de mexicanos que no pueden comprar una canasta básica.
Para el coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, Rogelio Gómez Hermosillo, las condiciones del mercado laboral en México muestran una realidad donde prevalecen las condiciones precarias, como la informalidad, y salarios insuficientes que impiden salir del umbral de la pobreza.
Gómez Hermosillo, quien de 2001 al 2006 fungió como coordinador del Programa Nacional Oportunidades señala que la pobreza está estancada porque los salarios también lo están, esto a pesar de que el gobierno federal destacó que en mayo pasado se generaron 21 millones 862 mil 998 de empleos.
En este sentido, desmintió el discurso del mandatario mexicano sobre la tasa de desocupación, la cual es otra “verdad a medias”, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), son siete millones de personas, las cuales se ubican en la tasa de desempleo “completo” en 10.7 por ciento y no en 2.7 por ciento, como difunde el gobierno federal.
En febrero pasado, el informe de “Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2022” del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), reveló que los pobres son los más afectados por las fluctuaciones que ha experimentado el contexto económico en México durante los últimos años, a causa de los factores externos como la pandemia por Covid-19 y los conflictos bélicos y comerciales a nivel internacional.
En el informe se destaca que el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios afecta principalmente a la población de escasos recursos, para quienes la pérdida en el poder adquisitivo de sus ingresos es más significativa, y limita el ejercicio de sus derechos sociales, lo que representa un retroceso en los avances para disminuir la pobreza de los años anteriores.