Dos jóvenes mexicanos encontraron la forma de darle un segundo uso a las colillas de cigarro consumido, con lo que evitan que este desecho llegue a contaminar el suelo o el agua en un proceso de degradación que puede tardar entre 2 y 10 años.
Mediante la aplicación de un proceso biotecnológico con base en un microorganismo, logran degradar la colilla en un 15 por ciento y la desintoxican al 100 por ciento.
A pesar de que las colillas sean de pequeño tamaño, tienen sustancias perjudiciales para el medio ambiente, como nicotina, alquitrán, acetato de celulosa e hidrocarburos, así como metales pesados como plomo, arsénico y cianuro.
Cuando por alguna razón las colillas terminan en el desagüe, además de ?contribuir al taponamiento del drenaje, una sola colilla de cigarro puede contaminar ocho litros de agua de mar y hasta 50 litros de agua potable.
Sin embargo, como parte de este procedimiento, las colillas son colocadas en bolsas a las que se agrega un hongo que secreta enzimas que degradan la colilla y las sustancias tóxicas que contiene.
Los emprendedores cuentan ya con tres medios de acopio de este material contaminante: el primero es a través del llamado Colilla Challenge"