La guerra siempre nos alcanza
La guerra civil ha alcanzado a este país africano. Hasta el 30 de abril, el Ministerio de Salud sudanés elevó a 528 los muertos por las hostilidades en el país.
Mi reciente viaje a China también me acercó a la región árabe. Creo que varios países pertenecientes a esa cultura están buscando cercanía con China porque los embates estadounidenses ya les dejaron duras lecciones. En Pekín conocí al periodista sudanés y redactor jefe del diario Brownland, Mohamed Saad, es un corresponsal de guerra por la situación de inestabilidad política por el que ha vivido su país. Con un gran dominio de la palabra, extraordinario fotógrafo desde el móvil y sobre todo un hombre generoso y bueno.
Su carta para explicarnos qué pasaba en su país, es verdaderamente conmovedora, transcribo aquí unas partes:
“En primer lugar, le pido disculpas por el retraso en responderle. Enviar mensajes es difícil con el miedo y el olor a cadáveres putrefactos que llenan las carreteras de Jartum. Mientras miento a mis hijos diciéndoles que los sonidos de los cañones son fuegos artificiales porque se acerca el Eid -fiesta tradicional del pueblo árabe que da fin al Ramadán, de la tradición islámica-, a pesar de las condiciones miserables y la tristeza que llena el cielo.
Amigos míos, no os oculto que la situación es muy mala en Sudán, y que respiramos terror y dormimos con miedo y ansiedad, y el corazón casi nos salta de pánico desmedido cada vez que oímos el sonido de las balas o los proyectiles. Más bien, nos ha llegado mientras dormimos bajo las camas, que tenemos miedo hasta de oír los ruidos del aire y los golpes en las puertas, pensamos que es el sonido de las balas.
“Lo que está ocurriendo ahora en Sudán se resume en un mensaje de un soldado del Ejército Nacional a su hermano, que trabaja en las Fuerzas de Apoyo Rápido —ambos son cuerpos militares enemigos—, informándole de que su mujer ha dado a luz a un niño varón, y él no lo sabe porque está en medio de las batallas, como si quisiera darle la buena noticia… antes de encontrarse con él en la batalla, cuando… eran dos adversarios.
El problema comenzó hace más de 10 años, cuando el gobierno de Sudán buscó la ayuda de las fuerzas locales en la región de Darfur para hacer frente a la rebelión en ese momento, y después de la revolución sudanesa de 2018, se acordó entre la mayoría de los partidos políticos y militares poner las Fuerzas de Apoyo Rápido en una caja de gobierno, representado en la instalación de Muhammad Hamdan Dagalo como adjunto del Presidente del Consejo de Soberanía, Abdel Fattah Al-Burhan; sin embargo, recientemente, las disputas estallaron entre ellos hasta el punto de la guerra, y la historia también se puede ver de acuerdo a las noticias en The Times, citando al Wall Street Journal (Estados Unidos duda de la existencia de un acuerdo entre Wagner y Hamidti, y Washington presionó a Egipto para que apoyara a Al-Burhan).
Amigos míos, hasta la fecha de esta carta, el número de muertos se estima en más de 180, y el de heridos en más de 1.800, la mayoría de ellos civiles.
Amigos míos, por primera vez, espero que el gobierno corte el servicio de Internet porque no hay más que noticias negativas, que a menudo hablan de la caída de Qazifa en una casa, o de la falta de agua y electricidad en uno de los barrios, o de la falta de medicinas, y del bombardeo de hospitales, lo que me hizo sentir deprimido. Este mensaje es una breve descripción de lo que está ocurriendo en Sudán…Gracias”.
Hasta aquí la carta de mi amigo.
Existen versiones de que Etiopía y Occidente (pongamos Estados Unidos) colaboraron para causar el escenario que vive Sudán, ya que estos dos tienen los intereses compartidos en todos los aspectos, mientras que las teorías de los Emiratos Árabes Unidos y Rusia no tienen sentido porque un Sudán estable todavía se adaptaría a sus intereses más que unas Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) más poderoso; sin embargo, ahora que el golpe rápido fracasó, este es un momento decisivo. Todos los ojos están puestos en Sudán, si fracasa en su intento de convertirse en una nación estable y productiva, se tendrá el mayor fracaso de un país que el mundo ha visto en lo que va de esta década, causando más millones de migrantes y decenas de miles de millones de divisas en daños económicos. La guerra civil ha alcanzado a este país africano, pero dada la mano intervencionista y los intereses militaristas de los países imperialistas, no sería raro que pasara a transformarse en una guerra entre naciones. Urge que los sudaneses resuelvan sus conflictos y busquen la paz. Es nuestro deseo que así sea y que los hijos de Mohamed Saad duerman sin sobresaltos.