Discurso presidencial no logra ocultar violencia
Los frutos de la política de “Abrazos no balazos”, implementada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, son inexistentes, pues la ola de violencia en México no hace más que incrementar, sumando durante la actual administración, del 1 de diciembre de 2018 al 30 de noviembre de 2022, 140 mil 415 homicidios dolosos en el país, de acuerdo con el reporte ‘MX: La Guerra en Números’ de T-ResearchMX.
No obstante, de acuerdo con el informe diario de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), tras dos meses consecutivos de aumento de asesinatos, noviembre se ubicó como el tercer mes con menos homicidios, al registrar dos mil 071, lo que implica que en noviembre hubo 69 muertes intencionales diarias en México, según las cifras oficiales (no precisamente reales).
Las entidades con más asesinatos en el mes pasado fueron Guanajuato (243), Estado de México (183), Baja California (178), Michoacán (163), Jalisco (139) y Zacatecas (135). Mientras que en la Ciudad de México las víctimas de homicidio doloso aumentaron de 65 a 81.
Anteriormente, la titular de la SSPC, Rosa Icela Rodríguez calificó como “leve” el aumento de homicidios dolosos y mencionó que, durante el mes de octubre se registraron dos mil 766 homicidios dolosos, “sin embargo, se han tenido buenos resultados y una tendencia a la baja en los últimos meses”.
En la conferencia matutina del pasado 22 de noviembre también aseguró que la comisión de dicho delito descendió 13.4% en los primeros 20 días de noviembre, al sumar 2 mil 395 víctimas, y 7.1% de enero a octubre de 2022, respecto del año pasado.
En esa misma conferencia de prensa, el periodista Jorge Ramos cuestionó a López Obrador la poca claridad y alteración de las cifras ‘oficiales’.
“Su gobierno ya es el más violento de la historia de México. Estas son las cifras de su propio Gobierno, las saque de su página, (…) lo que significa, señor presidente, a pesar de las cifras que nos ha dado, es que su estrategia de seguridad no ha funcionado, la militarización no ha funcionado”, manifestó el comunicador.
A lo que añadió: “Yo sé que usted dice que vamos bien, pero si no hay una corrección, y siguen matando 84 mexicanos por día (…) al final cuando usted entregue el poder en octubre de 2024 va a haber 191 mil muertos”. No obstante, el mandatario, reacio como siempre, se aferró a su manera de presentar los datos.
Para muestra del fracaso en materia de seguridad que ha representado la estrategia de la 4T, solo vasta dar un repaso a los hechos violentos más recientes, la ejecución de un adulto mayor tras oponerse a un asalto en Iztapalapa; el homicidio del coordinador de la Guardia Nacional en Zacatecas, José Silvestre; el anunció de ‘La Familia Michoacana’ de su llegada a la alcaldía Milpa Alta y su disputa por el control de la Ciudad de México y el Estado de México; los enfrentamientos entre policías y criminales en Jalisco, y los innumerables actos de violencia ejecutados por grupos narcotraficantes en Sinaloa, por citar algunos.
Sin mencionar los feminicidios que continúan al alza, con todo y subregistro, suman al menos tres mil 859 casos, desde el inicio del sexenio hasta octubre de 2022. A lo que se suma el incremento de otros delitos como huachicoleo, robo en todas las modalidades, secuestro, extorsión, narcotráfico y abuso de autoridad, aunque las estadísticas del Gobierno se esfuercen por maquillar los números.
México tiene una tasa de 28 homicidios por cada 100 mil habitantes, una de las más altas del mundo, por lo que los expertos creen que es urgente que el Gobierno dé una ‘vuelta de tuerca’ para combatir la creciente criminalidad, lejos de tratar de crear lazos de amistad con los principales generadores de violencia.