Despidos masivos respaldados por el gobierno de la 4T, señala Defensoría Nacional

La organización expuso el caso de la empresa KDF sobre la falta de certidumbre a los trabajadores

Despidos masivos respaldados por el gobierno  de la 4T, señala Defensoría Nacional

En su reciente pronunciamiento, Everardo Lara, asesor jurídico de la Defensoría Nacional de los Trabajadores (DNT), analizó la sistemática violación a los derechos de los trabajadores consagrados en la Ley Federal del Trabajo (LFT) y en nuestra Constitución Política. Esto se debe, comentó, a que “no existe una organización auténtica que defienda realmente los derechos de los trabajadores; los cuales están convertidos en bonitas palabras para adornar los discursos electorales”.

“El gobierno (del presidente, Andrés Manuel López Obrador), por más que declare su amor al pueblo, está convertido tapadera de la explotación de los capitalistas”, dijo.

Así también, señaló algunos de los derechos de nuestra carta magna que se incumplen, “nuestra ley suprema señala: “La duración de la jornada máxima será de ocho horas”. Pero todos sabemos que la mayoría de los trabajadores —dada la pobreza y las graves carencias que padecen— se ven obligados a laborar jornadas larguísimas, de las más largas del mundo”.

“El salario mínimo no alcanza ni para la canasta básica alimentaria. Esta es la cruel realidad que se niega a reconocer el gobierno. Lejos de ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador no deja de presumir los aumentos al salario mínimo durante su mandato; pero —desde luego— nunca dice que, también, hemos tenido la inflación más alta en muchos años, que anula los festejados aumentos. Debería darle vergüenza que los trabajadores mexicanos se encuentren entre los peor pagados del mundo”, señaló.

 “No existe ninguna seguridad en el empleo, tal derecho está hecho trizas” comentó.

KDF, despidos masivos.

En su análisis, el licenciado Lara ejemplificó la violación de los derechos con el caso de los trabajadores de KDFashion S. A. de C. V., “empresa dedicada a la maquila, diseño y fabricación de prendas de vestir, donde laboraban en ella más de 120 trabajadores, a quienes de buenas a primeras les notificaron que “por problemas económicos la empresa cerraba”.

Sin embargo, la “empresa tiene una larga historia de trampas y maniobras para evadir impuestos, defraudar acreedores y eludir el pago de prestaciones laborales y quién sabe cuántas maniobras más”. Señaló Covarrubias.

Resumió también que, además del cambio de razón social y domicilio, la creación de las sociedades anónimas en las que presumen ampararse los patrones son situaciones que “permiten una serie de abusos de los dueños de dichas empresas ante el nulo control gubernamental. Esto permite que empresas artificialmente en quiebra sean propiedad de ricos empresarios: esto es lo que sucedió en KDF”.

Aunque los trabajadores de KDF hayan logrado organizarse en torno a un sindicato auténtico para defender sus derechos colectivamente, “el contubernio del gobierno con los empresarios es un hecho” dijo Covarrubias.

 “No basta que un derecho este consagrado en la Constitución o en la ley ni tampoco basta que nos gobierne un partido que se dice de izquierda pero que en fondo está al servicio de los empresarios capitalistas. Para cambiar realmente nuestra situación se requiere la organización nacional de los trabajadores, ese es el camino”. Concluyó.