Corrupción sigue aumentando desde hace 9 años en México

Desde el año 2013 y hasta el 2020 se observa un aumento sostenido de la prevalencia de corrupción que vivieron los mexicanos y este mal que tenía una incidencia de 12.1% hace ocho años, creció hasta el año pasado en un 15.7%, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en el marco del Día Internacional contra la Corrupción, que se conmemora este 9 de diciembre.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Cultura Cívica (ENCUCI), 54.6% de las personas de 15 años y más reconoció a la corrupción como uno de los tres problemas más importantes que enfrentó el país en 2020; sin embargo, la población víctimas de ella fue de 15.7% de quienes tuvieron contacto con algún servidor o servidora pública, frente un 62.1% de la población mayor de 18 años que creía o había escuchado que existía corrupción en los trámites público que realizó en 2019.

Respecto al costo de la corrupción para la población, en 2019 fue de 12 mil 769.7 millones de pesos, 64.1% más que en 2017, y en términos per cápita, cada víctima de corrupción erogó 3 mil 822 pesos en promedio, mil 372 pesos más por persona afectada respecto a lo estimado en 2017. Por el contrario, entre 2016 y 2020 se observó una disminución de alrededor de 50% en el monto promedio que las empresas erogaron por actos de corrupción.

De tal forma que en las entidades de Durango, Ciudad de México, Estado de México y Quintana Roo la probabilidad de que las personas sean víctimas de corrupción fue casi tres veces mayor a la probabilidad de ser víctima en Tamaulipas, Baja California Sur, Colima o Zacatecas.

En cuanto a los funcionarios federales sancionados por este ilícito en 2019, se señala que el nivel de impunidad es muy alto en el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues solo el 4.5% de las denuncias presentadas fue procedentes, el 54.5% está pendiente de atención y 36.9% se declaró como no procedente, y otro 4% fue derivada a otra autoridad.

Las estadísticas del Inegi muestran también que 59 de cada 100 adultos que tuvieron contacto con servidores públicos en 2019 fueron víctima de corrupción.