Y comienzan los actos anticipados de campaña de Morena
Lo repiten hasta el cansancio “No somos los mismos de antes” pero la realidad demuestra aquello que niegan. Y a las pruebas nos remitimos.
Lo que vimos este 2022, fue un descaro total de los aspirantes quienes buscan ser el sucesor de la silla presidencial. Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López hicieron justo aquello que tanto le criticaron al PRI, actos anticipados de campaña que están penalizados y estipulados como delitos. ¡Ah, no me vengan con ese cuento de que la ley es la ley! ¿Se acuerdan?
Y es que hasta que no se diga lo contrario, ellos tienen un cargo público que debe ver por el bienestar de los mexicanos, tarea que está más que demostrado que no es así y que su atención está enfocada 100 por ciento a sus propios actos de campaña, dejando de lado y como última preocupación la ejecución de los cargos públicos encomendados. Luego entonces para qué asumen tremendas responsabilidades como la jefatura de gobierno, la Secretaría de Gobernación o la de Relaciones Exteriores en pleno contexto internacional, sino se van a ejercer para lo que fueron encomendados. Eso se llama simulación y de esos casos abundan en la 4T.
Pero la gravedad no queda ahí. Estos aspirantes de Morena, están utilizando recursos públicos para sostener sus actos anticipados de campaña , sus viajes a distintos estados de la República y sino es así, entonces qué tiene que hacer la jefa de Gobierno en los lugares a los que acude el Ejecutivo Federal, las pintas aparecidas “misteriosamente” en varios estados, las “marchas por mera simpatía al presidente López Obrador”, adaptaciones de las “canciones de moda” que circulan en redes sociales o los videos en Tik Tok. Eso es desde donde se quiera ver un delito y grave.
Pero una vez más repito, para Morena eso los tiene sin cuidado, ellos acaparan el poder y normalizan estas acciones, han perdido la vergüenza y se han descarado sin ningún pudor. Lo más reciente fue la rabia que provocó en el mandatario tabasqueño al llamar de “árbitro vendido” a su villano favorito el INE, todo porque el Instituto hizo el llamado a su heredera favorita, Claudia Sheinbaum, para que se “abstuviera de realizar conductas que busquen influir en el proceso electoral 2024”. Ya nada nos sorprende del presidente que siempre está en campaña.
Lo cierto es que por más llamados que los órganos autónomos hagan de cualquier acto que viole la ley, Morena los tomará como se dice comúnmente “lo que el viento a Juárez”. Las giras y campañas las seguirá haciendo la Jefa de Gobierno sin ningún recato. El secretario Adán Augusto López también lo hará aunque quiera aparentar que disminuyó su “hiperactivismo”. Marcelo Ebrard también hará lo propio aprovechando el cargo que ostenta con las propuestas sacadas de la manga como un “debate entre los aspirantes de Morena”. Para que veamos en dónde está la preocupación de quienes dijeron “primero el pueblo”.
Todo esto es mera distracción queridos lectores, la campaña de “sucesión adelantada” está fríamente calculada por el presidente Andrés Manuel López Obrador para desviar la atención de los verdaderos problemas en los que se encuentra el país y que nos cobran cuotas de vida todos los días. Él sabe perfectamente que el rumbo del país va al despeñadero. Valiéndose de eso, comenzó este circo de distracción desde el año pasado para un evento al que ocurrirá dentro de 48 meses.
Cada día que transcurre es un día menos para resolver realmente los problemas críticos que insisto pagamos los mexicanos. Un día menos para atender la crisis de violencia que ha cobrado la vida de más de 140 mil personas en tan solo cuatro años de su gobierno; para atender el problema de la inflación y la hambruna que crece porque no se puede adquirir la canasta básica. Un día menos para garantizar la salud de los millones de mexicanos que mueren por no tener los medicamentos, los tratamientos, la atención básica. Un día menos que para que los jóvenes tengan una educación completa, básica y en condiciones. Tiempo perdido en distractores que es el remedio que aplica aquel autonombrado “emanado del pueblo”. Pero ese mismo paliativo caducará o le pondremos fin.