Un año más de olvido para los damnificados del 19S
Los temblores se han convertido en una constante para los meses de septiembre. México tiene conocimiento e historia de lo que estos fenómenos naturales pueden provocar en la sociedad, gran parte de ella marcada por la pérdida de algún familiar o su patrimonio.
Estas desgracias bastante sentidas, han sido el estandarte de diversos políticos de los distintos colores, que durante campaña han prometido una y otra vez justicia y ayuda, pero la realidad desde 1985 ha sido la misma: demagogia, olvido y más pobreza.
Con la llegada de la “Cuarta transformación”, la oferta no podía dejar de repetirse, pero esta vez tenía esa esperanza de que las cosas ahora sí cambiarían, que con un presidente “preocupado por el pueblo y contra la corrupción” les haría justicia y les devolvería el patrimonio que con mucho esfuerzo construyeron y en segundos lo perdieron. Pero una vez más fueron promesas.
Tanto el Gobierno Federal a cargo de Andrés Manuel López Obrador como su discípula Claudia Sheinbaum prometieron que “sería prioridad para sus gobiernos, apoyar a los damnificados del sismo del 2017 a través de apoyos directos”. Pero sucedió lo que en las administraciones anteriores “neoliberales”: ¿En dónde quedaron?
Lo he dicho en otros escritos y lo sostengo en el presente: “más rápido cae un hablador que un cojo”, porque todavía no tomaban el poder cuando el INE ya multaba a Morena por la mala operación del fideicomiso “Por los demás”, el cual tenía como objetivo apoyar a los damnificados del sismo del 19S y que el partido del “cambio y la esperanza” destinó para dirigentes y operadores de sus filas. Primera señal.
La CDMX fue la entidad más afectada tras el movimiento telúrico del 2017 y por la cantidad de personas fallecidas que fueron desde niños hasta adultos. Epicentro de toda una tragedia con el derrumbe del colegio Rebsamen que marcó una red de corrupción permitida por la que hoy aspira a ser la sucesora de Andrés Manuel: Claudia Sheinbaum.
Esta tragedia fue una promesa a cumplir de la morenista cuando pedía el voto para la jefatura de gobierno capitalino. Entre lo prometido párrafos arriba y que “se establecerían módulos itinerantes para atender a los afectados por el sismo del 19 de septiembre de 2017, así como la Procuraduría de la ciudad tendría reuniones con los padres de familia del Colegio Rebsamen para hacer justicia frente a los hechos de corrupción que provocaron la pérdida de vidas por el sismo”, lo cierto es que la deuda sigue sin saldarse.
Con un cambio de titular de la Comisión para la Reconstrucción, la crisis sanitaria por la Covid-19 y el desinterés de las mismas autoridades para darle salida a estas peticiones de viviendas, hasta el momento 4 de cada 5 familias damnificadas en la CDMX siguen sin poder regresar a sus viviendas y enfrentándose a un largo proceso tortuoso de trámites burocráticos, marchas, y un repetido actuar de siempre de las autoridades.
Con la llegada de Sheinbaum la promesa fue que para 2020 las familias afectadas regresarían a sus viviendas. Después la fecha se tuvo que recorrer por la pandemia hasta el 2021, pero una vez más se modificó a 2023 y así se le ha dado manejo a los afectados.
Pero ese no ha sido el único obstáculo. Aunque la Comisión para la reconstrucción asegura que se han atendido a un 85 por ciento de las familias afectadas, no se tiene el dato exacto, al menos la comisionada Jabnely Maldonado Maza, de cuántas viviendas representa este porcentaje, cuántas hacen falta con exactitud y cuáles no se han incluido en los censos levantados, así quedó de manifiesto en una entrevista hecha por Jesús Anaya en el programa “En Investigación”, al preguntarle por estos datos y por el paradero del apoyo internacional brindado, respondiendo que no tenía clara esa información.
Un calvario y letanía la que han atravesado los capitalinos por poner un ejemplo, y los cientos de afectados en otros estados que cada año resultan afectados por los movimientos telúricos y a quienes se les da carpetazo una vez que piden atención inmediata.
Los damnificados del 19S no son ni serán los únicos, ahí también están las víctimas del desplome de la línea 12 del Metro, a quienes también se les ha dado manejo político y hasta desconocido para no entregar la ayuda prometida a nivel nacional.
Este gobierno no ve “primero por el pueblo”; pruebas las existen con estos y cientos de afectados por fenómenos naturales que continuarán sucediendo pero que no serán atendidos por un gobierno insensible que lejos de procurar mermar los impactos que puedan traer los temblores, huracanes, sequías, etc., eliminan los fideicomisos que eran destinados para palear las desastrosas consecuencias.
Necesitamos no convencernos por los cantos de sirenas de cada elección, exijamos hechos.