Por venganza, “monstruo de Atizapán” asesinó a sus víctimas
Si mate a Reyna y lo hice porque después de casi tres años de mantener una relación sentimental, amenazó con dejarme para regresar y vivir bien con su esposo.
El motivo que llevó a Andrés Filomeno “N”, de 72 años, a convertirse en feminicida serial, pudo haber sido el enojo de ser rechazado por las mujeres, de quienes en su confesión ante el Ministerio Público, aseguró que solo le hacían perder dinero.
De acuerdo con el sujeto, en 2001 estuvo frecuentando un centro nocturno, donde conoció a una mujer, sin embargo, no consiguió que formalizaran la relación, por lo que lleno de coraje ideó un plan, le ofreció dinero a la víctima y la llevó hasta su vivienda localizada en calle Margaritas, colonia Lomas de San Miguel, en Atizapán de Zaragoza. Ya adentro le enterró un cuchillo en el corazón, la mutiló, cercenó su cuerpo y lo enterró en el piso de tierra de la cocina.
Once años después visitó el bar “La Marinera” y se relacionó con Berenice “N”, de 20 años, a quien también asesinó de la misma forma. En 2016, Andrés Filomeno “N” llegó a la lonchería “El Barrigón”, en el municipio de Tlalnepantla, donde conoció a Flor Ninive “N”, de 38 años, con quien entabló una amistad y consiguió llevarla a su casa, donde le esperó el mismo destinó que a sus víctimas anteriores. Finalmente, en 2019, regresó al mismo local y conoció a Rubicela, con quien volvió a implementar la misma técnica. Los trabajos para identificar a las otras víctimas del “Monstruo de Atizapán” continúan; pues se estima que se trata mínimo de 30 mujeres asesinadas.