¿Por qué fracasan los negocios en Culiacán?

¿Por qué fracasan los negocios en Culiacán?

Rigidez en la oferta, incapacidad de adaptación del servicio y falta de reinversión, estas son algunas de las causas más comunes por las que fracasan los negocios en Culiacán, de acuerdo con profesionales con amplia experiencia estudiando el mercado local desde la mercadotecnia, publicidad y retail.

Si bien presenta muchos y muy variados retos para las empresas, el mercado de consumo de Culiacán sigue siendo considerado un espacio fructífero para las nuevas propuestas de valor, pues los compradores están abiertos a recibir de forma generosa a los bienes y servicios de calidad que entran en oferta.

Aún con esto, no es raro saber de emprendimientos, establecimientos o modelos de negocios que, incluso pese a tener una base de clientes, terminan desapareciendo con el tiempo. Los motivos por los que esto sucede varían entre casos y, por lo general, se trata más de un cúmulo de factores que del resultado de una sola decisión individual.

Sin embargo, al analizar patrones los diferentes tropiezos, se puede determinar una serie de errores comunes que los emprendedores y empresarios cometen y han llevado a más de una iniciativa con potencial al cese de operaciones. Estos son algunos de ellos.

Fallar en comprender al cliente y no regionalizar la propuesta de valor

Ana Valeria Calvo, licenciada en mercadotecnia con especialidad en comercio al detalle y profesora de planta en el Tecnológico de Monterrey, encuentra a la incapacidad de entender al consumidor y actuar en consecuencia como una de las principales razones por las que los negocios fracasan en la capital sinaloense.

Menciona, por ejemplo, restaurantes que son “demasiado fieles” a la gastronomía que representan, sin hacer siquiera el intento de comprender y adaptarse al paladar culichi.

“Me ha tocado ver cómo empresas que han tratado de entrar con comida que no se regionaliza, que no la tropicalizan al mercado de Culiacán, no logran prosperar. Hemos visto propuestas que han tratado de llegar con productos españoles, arroces, paellas, que quieren generar una empresa muy fiel a la comida que representan, sin incorporar nada de lo de Culiacán”.

Para la mercadóloga, esta sería la razón por la que muchos negocios no logran ser del agrado del consumidor local y terminan cerrando. Resalta lo celoso que es el mercado de la ciudad con sus costumbres y forma de ver los productos, motivo por el que resulta indispensable que las empresas adapten su oferta para el cliente local.

Una de las bondades del comprador de Culiacán es, señala Calvo, que es muy fácil de entender, pues sus deseos y expectativas se encuentran muy marcadas en su identidad cultural. “Son muy evidentes las características del segmento de mercado”, afirma.

Fallar en la tropicalización tanto del producto, como de la experiencia de compra, resulta en un error fatal para quien decida venderle al mercado culiacanense.

Nula reinversión en la consolidación del negocio

Valeria González, maestra en negocios con especialidad en mercadotecnia, catedrática en la Universidad Casa Blanca con una década de experiencia trabajando en el sector publicitario, señala un error que considera muy común en los negocios de Culiacán: el no reinvertir para la mejora del servicio que el establecimiento ofrece.

Explica que no basta con aperturar con lo mínimo indispensable y quedarse en ese estado precario por años, sino que es crucial emplear los ingresos de forma que el negocio logre nutrirse a sí mismo, con tal de poder brindar una mejor experiencia, fidelizar y expandir la base de clientes.

“La principal razón por la que un negocio no avanza aquí es porque no invierte. Cree que como abrieron, si es un restaurante, con dos mesas, tres sillas y un sushero, con eso van a hacerla por años”.