Joven que mató a sus primos pronto saldrá en libertad
Luis, en los próximos días saldrá libre de prisión tras haber cumplido una condena de solo cinco años, por ser un adolescente al momento en que asesinó con suma crueldad a sus dos primos, en el municipio de Ecatepec, hace casi seis años.
Las mínimas sentencias dictadas a menores de edad que cometen delitos de alto impacto son una burla para las víctimas y sus familiares; además de representar una oportunidad para los grupos criminales para reclutar a niños y adolescentes, ante las insignificantes penas que reciben en caso de ser detenidos.
Uno de esos casos es el de Luis, quien en los próximos días saldrá libre de prisión tras haber cumplido una condena de solo cinco años, por ser un adolescente al momento en que asesinó con suma crueldad a sus dos primos, en el municipio de Ecatepec, hace casi seis años.
“¿Qué mensaje le están lanzando a los asesinos? ¿Qué cinco años son más que suficientes para que ellos cumplan una justicia, lo cual se me hace una burla? Se tiene que legislar para que ni una madre más padezca lo que nosotras vivimos”, señaló entre lágrimas Sacrisanta Mozo Rendón, quien durante la marcha feminista del pasado 8 de marzo tuvo la última oportunidad de exigir justicia por sus dos únicos hijos, pues en cuanto su sobrino quede en libertad no podrá ni siquiera mencionar su nombre para no violar sus derechos.
Sacrisanta aún desconoce el motivo que llevó a Luis Enrique, de entonces 16 años, a ingresar a su vivienda ubicada en la colonia Viveros de Tulteplac, aquella tarde del 4 de agosto del 2016 para violar y golpear hasta matar a su hija, Karen de 17 años, para luego tomar a Erik de 12 años, y amordazarlo hasta asfixiarlo.
“Se divirtió con sus cuerpos, por decirlo así, y gozó lo que le estaba haciendo. Él pronto saldrá sintiéndose protegido como lo ha estado y a final de cuentas libre de todo lo que hizo”, manifestó la madre de las víctimas, quien como millones de personas más en México no han recibido justicia por parte de un Estado proteccionista hacia los criminales.
Es de destacar que, de acuerdo con expertos, los menores de edad empiezan a tener conciencia de sus actos (conciencia precaria) alrededor de los dos años y aproximadamente a los cinco años, comienzan a tener un observador interno y una conciencia moral que les permite verse a sí mismos y evaluar sus palabras y acciones, por lo que claramente un adolescente es responsable de sus acciones.