¿Pues no que con los niños no? La 4T y falta de apoyo a la infancia en México

Alrededor de 5 millones de niños y adolescentes dejaron de estudiar por no contar con los recursos tecnológicos ni económicos para tomar las clases en línea

¿Pues no que con los niños no? La 4T y falta de apoyo a la infancia en México

Después de toda esa campaña de “hechos, no palabras” en la que se trató de maquillar una de las tres autocelebraciones que hace el presidente Andrés Manuel López Obrador cada año, la frase ausente fue: “primero los pobres”.

En esta ocasión, el informe estuvo hecho de miles de mentiras en las que ha insistido la monopólica figura de la 4T, pero con una nueva:  “Vamos bien”.  Y sí, el “vamos bien” pero directo a la crisis en todos los sentidos en el país. Sin crecimiento económico, sin salud, educación, bienestar, seguridad, violencia, desigualdad y pobreza. Y es aquí donde me detengo porque las manifestaciones de este problema se sienten desde los primeros años de vida.

En la semana, la organización Pacto por la Primera Infancia presentó un análisis con los datos de la pobreza que dio a conocer el Coneval este año, destacando que el 54.3 por ciento de la población infantil desde los primeros meses de vida y hasta los seis años son pobres, o sea uno de cada dos niños sobreviven en medio de un ambiente de carencias en todos sentidos. Poco más de la mitad de ese sector poblacional.

Y es aquí donde nos viene a la memoria la también vacía frase del presidente: “con los niños no”, en aquella mañanera cuando se le cuestionaba sobre por qué incursionaban los menores de edad a las filas de las guardias comunitarias en Guerrero.

La primera impresión que le causa a quien escucha estas lamentables cifras frías de la situación en la que viven los pequeños a muy temprana edad son impactantes. Pero también es un reflejo de la realidad nacional en la que se encuentran más de 55.7 millones de mexicanos que tienen carencias de todo tipo, es decir, su condición de pobreza. Datos que dio a conocer el mismo Coneval y en donde algunos especialistas en política social para combatir la pobreza como Julio Boltvinik aseguran que son más de 90 millones.

Este estudio destaca que los menores nacen en núcleos familiares muy pobres. 1.3 menores de 6 años no tienen acceso a tres de sus derechos básicos: salud, educación y alimentación de calidad y sus familias no cuentan con ingresos para darles de comer. Misma situación a la que se enfrentan sus padres.

Esto trae diversas consecuencias tanto físicas como sociales que comienzan a manifestarse a muy temprana edad, y que es verdad no es exclusivo de este sexenio, pero sí es responsable de reducirle 30 mil millones de pesos en los presupuestos de 2018 a 2020, destinados para la atención de la primera infancia. ¿Pues no que con los niños no?

¿En qué se han visto atropellados los derechos infantiles? Pues si hacemos memoria podremos recordar que desde inicios del gobierno morenista de Andrés Manuel, sin presentar hasta el momento pruebas, las estancias infantiles desaparecieron. Después el programa Prospera que supuestamente lo cambiaron por las becas Benito Juárez y la Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior, en donde cabe destacar no se circunscribía a sólo dar dinero, sino que tenía todo un sistema completo de atención a la salud de los menores y alimentación. Hay menos programas sociales para garantizar la estabilidad en los menores.

Otros atropellos que le siguieron fueron desaparición de las Escuelas de Tiempo Completo, la falta de medicamentos para niños con cáncer, los comedores comunitarios. Y lo más reciente, los altos índices de deserción escolar a raíz de la pandemia en donde alrededor de 5 millones de niños y adolescentes dejaron de estudiar por no contar con los recursos tecnológicos ni económicos para tomar las clases en línea. Aspecto que no se tomó en cuenta para el regreso a clases presenciales dentro del Plan que presentó la SEP.

Pero tampoco es desconocido desafortunadamente, que ante la falta de ingresos económicos por parte de los padres de familia, los menores tengan que incursionar a las filas del empleo informal a muy temprana edad. Los mismos datos del Inegi arrojan que en nuestro país hay 3.3 millones de adolescentes entre 15 a 18 años ya laborando.

Sin embargo, estos datos no los encontramos en los informes presidenciales, de esto no se habla en las conferencias mañaneras. Y entonces ¿Por qué tocarlo ahora?

Se viene la discusión para la aprobación del Presupuesto de Egresos 2022, está por presentarse la propuesta de cómo aplicar los recursos de la nación para el siguiente año, en el que se espera que la atención a este sector de la población se refleje en materia de salud, educación, alimentación, vivienda, economía para los mismos padres de familia, seguridad, etc.

De lo contrario una vez más quedará comprobada que la frase de “primero los pobres”, es mera falacia propagandística, otro recurso demagógico de la 4T.