Presas surtidoras de agua para el Área Metropolitana de Guadalajara presentan estragos
La sequía y las lluvias esporádicas en gran parte del estado de Jalisco provocan un rezago en la recuperación de las presas de la entidad. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) revela que la captación de agua en las presas es del 30 por ciento menor comparado al mismo periodo de 2022.
El año pasado, al cierre de agosto, había presas que rebasaban y requerían desfogues; este año no hay ninguna que supere el 100 por ciento de su capacidad.
Se prevén serias afectaciones, pues dos de las más importantes presas surtidoras de agua para el Área Metropolita de Guadalajara: la Presa Calderón y el Lago de Chapala, también presentan estragos.
En el caso de la Presa Calderón, hace un año se encontraba a 95 por ciento de su capacidad, este año llega sólo a 39 por ciento. El Lago de Chapala, por su parte, está sólo a la mitad de su capacidad, mientras en 2022 ya se encontraba a 69 por ciento.
La situación de la Presa Calderón impacta directamente a la ciudad y fue la causante que en 2021 se registrara carestía de líquido en gran parte de la metrópoli.
En 2020, las lluvias en la cuenca no fueron suficientes para abastecer por completo la presa y no alcanzó los niveles óptimos. Derivado de la pandemia por el Covid-19, los patrones de consumo de agua en los hogares se modificaron y se elevó hasta en 11 por ciento.
De la presa sale alrededor de 14 por ciento del agua que abastece a la ciudad a través de la planta de San Gaspar, el resto viene del Lago de Chapala y de pozos profundos.
Recientemente el gobernador del Estado afirmó que el próximo año no habrá desabasto de agua por la puesta en operación del acueducto que traerá liquido desde la Presa el Zapotillo, pero a pesar de que el mandatario estatal garantiza abasto de agua en 2024, especialistas señalan que las principales fuentes de abastecimiento se encuentran en una situación difícil.