Para AMLO aplica “o estás conmigo o en mi contra”

Los mexicanos debemos estar atentos más que a los desplantes como el de esta semana contra el INE, cosa que no es nada nuevo, a la distracción que quiere hacer el presidente de problemas sumamente graves

Para AMLO aplica “o estás conmigo o en mi contra”

El presidente Andrés Manuel López Obrador aplica en la mayoría de los casos la idea de que “estas conmigo o en mi contra”. Para quienes disienten, son culpados por el mandatario de que “defienden la corrupción o el sistema neoliberal”.

Esta semana no fue la excepción. Una vez más en contra del Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). ¿Otra vez? ¡Qué novedad! Reiteradamente, desde Palacio Nacional surgen los ataques contra el consejero presidente Lorenzo Córdova, con los consejeros y los órganos autónomos, pues se han opuesto a los deseos y caprichos del morenista principal.

Y vaya que se ha tomado muy a pecho estas agresiones “contra su persona”, puesto que en la conferencia mañanera del pasado 29 de marzo, la amenaza contra el INE fue directa: después de la revocación de mandato del 10 de abril, enviará una iniciativa de reforma electoral a la Cámara de Diputados con la propuesta de que sea el pueblo quien elija a consejeros y magistrados electorales a través del voto libre y secreto. Una campaña más contra el INE orquestado por el presidente, pero que adelanta que la Consulta de revocación de mandato es una mentira al adjudicarse el “triunfo” o ¿Cómo mandará la iniciativa si pierde?

¿Ahora el enojo a qué se debió? Pues por las sanciones impuestas a gobernadores como la jefa de gobierno y sus homólogos por hacer comentarios, publicaciones en redes sociales, propaganda para promover la revocación de mandato, que a todos nos consta, la CDMX y la zona conurbada está inundada en plena veda electoral.

Como es su costumbre, el presidente arremetió contra los funcionarios actuales acusándolos de actitudes tendenciosas, que tienen “acuerdos cupulares contrarios al interés del pueblo”. Ahora será el pueblo el que los elija y no los diputados, pues aquellos que sean escogidos como candidatos deberán disponer de “vocación democrática e inobjetable honestidad”. ¿Qué tipo de propuestas harán? ¿Y los gastos que de ellas se eroguen también los pagaremos los mexicanos? ¿El INE será juez y parte, organizará sus propias elecciones?

Solo un pequeño y significativo detalle. Que el Presidente ya no tiene mayoría calificada para hacer cambios en la Constitución, por consiguiente también está el peso de la oposición en los congresos, lo que ha detenido algunas propuestas de reformas hasta el momento.

Pero no fue el único desplante, como si fuera una pelea callejera. El mismo martes por la tarde, el morenista volvió a arremeter ahora contra el TEPJF al acusarlo indirectamente de amenazarlo si no publicaba la sentencia que el órgano dictó por realizar el AMLO-Fest el año pasado durante su tercer aniversario en el poder, justo cuando entidades como “Aguascalientes, Durango, Oaxaca y Tamaulipas ya habían iniciado sus procesos electorales”.

Este llamado por su puesto que el presidente no lo iba a tomar a bien, pese a que se estaban ejecutando las sanciones correspondientes a lo que dicta la ley. La publicación estuvo acompañada de un texto donde se ponía de víctima: “El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación me exige que publique una sentencia en mi contra por el mensaje a la nación del 1º de diciembre, porque si no lo hago arrestan a Jesús y a la pobre de Jessi. Perdón”. Ahora resulta.

Estas declaraciones son un claro ejemplo a la provocación en la que insiste Andrés Manuel, contra el órgano que no ha querido someterse a los caprichos y deseos del que busca acabar a como dé lugar, con la autonomía de los órganos electorales. Insistir en el tan trillado discurso de “por el bien del pueblo” para desaparecer y “devolverle al pueblo” lo robado es atentar contra la democracia que se ha tratado de construir a lo largo de 30 años.

Los mexicanos debemos estar atentos más que a los desplantes como el de esta semana contra el INE, cosa que no es nada nuevo, a la distracción que quiere hacer el presidente de problemas sumamente graves, no caigamos en estas provocaciones que nos distraen y que nos sigue costando mucho dinero y vida.