La inversión extranjera y su entorno vital forman parte de la modernización china, afirma economista mexicano

Durante los últimos años, como parte del continuo proceso de reforma y apertura, la optimización de la inversión extranjera y su entorno vital siguen siendo parte del camino chino hacia la modernización y el desarrollo de alta calidad.
Aníbal Zottele, economista y director del Centro de Estudios China-Veracruz de la Universidad Veracruzana, México, destacó al Diario del Pueblo Digital que la inversión extranjera directa (IED) es considerada “como una parte estratégica dentro del modelo chino, en el que se asigna, sin exclusión, a todas las formas de propiedad un papel relevante para mejorar las condiciones de vida de toda la sociedad”.
“Recientemente fue ratificada por la Tercera Sesión del XX Comité Central del Partido Comunista Chino, celebrada en 2024, donde se reafirmó la importancia que la RPCh asigna a la apertura económica y a la atracción de inversión extranjera en la línea de continuar con el desarrollo económico de alta calidad”, indicó.
Este año, el Ministerio de Comercio de China ha ratificado que seguirá reforzando las política de apoyo a la inversión entrante, basado en cuatro pilares: promoción de la apertura de alto nivel, mejoras en el uso del capital extranjero, fortalecimiento del apoyo para el desarrollo de proyectos foráneos y la optimización de los servicios vinculados.
Ampliar y optimizar el entorno de la inversión
Para ampliar y optimizar el entorno de la IED, muchos analistas coinciden que China tiene a favor el mayor mercado interno del mundo, sectores de producción bien desarrollados, una posición geográfica cercana a los mercados emergentes asiáticos, nuevas oportunidades de crecimiento rural y en provincias, alto nivel de digitalización y autonomía energética, un sistema eficiente de transporte y una red para la gestión comercial mediante plataformas regionales, multilaterales, y de alcance global, como la conocida Iniciativa “Una Franja, una Ruta”. Entre los retos a superar, gana peso el envejecimiento poblacional, el alto nivel de endeudamiento corporativo, la sobrecapacidad productiva de algunos sectores y las diferencias socio-culturales que pesan a hora de establecer provechosas alianzas comerciales, basadas en un concepto estratégico de integración del comercio interior y el exterior, para mejorar la competitividad y garantizar un crecimiento sostenible.
En este sentido, Zottele precisó al Diario del Pueblo Digital que “a partir de la Tercera Sesión del 2024 no sólo se ha enfatizado en la igualdad de condiciones para las diversas formas de propiedad sino que, en general continúan las prácticas más eficientes para favorecer las radicaciones privadas nacionales e internacionales”.
“Además, han aumentado las facilidades en áreas que estaban cerradas a la participación transnacional, tal es el caso de sectores de la agricultura, industria y servicios. Se han facilitado los procedimientos administrativos para la radicación acortando los tiempos de tramitación, mientras que en algunos casos se establecen beneficios fiscales, especialmente en las zonas de libre comercio”.
“Estos mecanismos son producto de la disminución de marcos regulatorios que impedían artificialmente la presencia de actividades empresariales internacionales”, recalcó el prestigioso economista, consejero honorario del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Changzhou.
Entre las principales acciones del 2024 a favor de mejorar el entorno IED en China, se destacan la eliminación de restricciones de acceso al sector manufacturero de la 'lista negativa' para la inversión extranjera, que redujo solamente a 29 los sectores que permanecen restringidos. Los dos últimos sectores eliminados de la lista negativa fueron la industria editorial o de impresión y las industrias de cocción al vapor, fritura, tostado y calcinación, muy relacionadas con la medicina tradicional china. La última lista negativa también constituye la primera vez que se eliminan por completo las restricciones a IED en el sector manufacturero chino.
“Inicialmente, las restricciones a la IED tuvieron como criterio fundamental el poder establecer un marco de protección sobre áreas de producción de bienes y servicios que demandaban generar una masa crítica nacional, capaz de garantizar la estabilidad económica y política del país”, sostiene Zottele al Diario del Pueblo digital. “Conforme la RPCh se consolidó en aspectos sensibles con respecto a la seguridad nacional, se establecieron otras medidas que favorecieron a las empresas nacionales públicas y privadas en el campo de los elementos imprescindibles para sostener la autonomía para un desarrollo equilibrado de la nación”.
En mayo del pasado año, China introdujo estímulos para inversión extranjera en manufactura y servicios en regiones seleccionadas. Guangdong anunció una nueva política, vigente hasta el 2027, que ofrece alrededor de 20 millones de dólares a las empresas de inversión extranjera elegibles. De igual forma, las empresas de inversión extranjera establecidas en Guangzhou, Shenzhen, Zhuhai, Foshan, Dongguan y Zhongshan recibirán estímulos si la IED real supera los 50 millones de dólares anuales.
“Gracias a esas medidas, hoy China puede exhibir avances extraordinarios en materia de IA, manufacturas de alta tecnología, autosuficiencia alimentaria y una poderosa red en el sistema financiero vinculada con las prioridades del país”, manifestó Zottele.
“Paulatinamente, son incorporadas las empresas trasnacionales con similares ventajas y posibilidades a largo plazo, para crecer y prosperar en el marco de una nación estable y con alto nivel de bienestar económico. Esta es la situación actual”.
En comparación, otras empresas de fabricación y servicios de alta tecnología pueden recibir recompensas de hasta el 2 por ciento, y otras industrias hasta el 1 por ciento, las empresas de fabricación de alta tecnología serán elegibles para recompensas de hasta el 3 por ciento de la inversión extranjera real total. Además, las sedes regionales registradas en Guangzhou, Shenzhen, Zhuhai, Dongguan, Foshan y Zhongshan con una inversión extranjera real total anual de más de 10 millones de dólares, y las de las otras 15 ciudades con inversiones superiores a los 5 millones de dólares, recibirán un subsidio único de 6,9 millones de dólares por empresa.
El sector chino de la salud también flexibilizó en septiembre las restricciones a la inversión extranjera. Ahora se permite establecer hospitales de propiedad totalmente extranjera en Beijing, Tianjin, Shanghai, Nanjing, Suzhou, Fuzhou, Guangzhou, Shenzhen y toda la isla de Hainan. Pocos meses después del anuncio, ya tiene licencia para operar el primer hospital general terciario de propiedad totalmente extranjera de China, ubicado en Tianjin.
En noviembre del 2024, China emitió una nueva normativa para la inversión extranjera en sus empresas cotizadas que reduce el requisito mínimo de activos en el extranjero para inversores estratégicos de 100 a 50 millones de dólares. También se permiten las ofertas públicas de adquisición como método de inversión aprobado, junto con las colocaciones privadas y las transferencias negociadas.
El mes pasado, China levantó las restricciones a las empresas de inversión extranjera que utilizan préstamos nacionales para inversiones de capital. Desde el 2011, se permitían préstamos nacionales para empresas con inversión extranjera limitados bajo estrictas condiciones. Ahora, las empresas extranjeras pueden utilizar préstamos nacionales para financiar inversiones de capital.
“Destaca la creciente apertura a las IED en todos los campos que ayudan a una pronta incorporación de utilidades similares al que obtienen las demás empresas nacionales, aplicando un enfoque pragmático que favorece su integración al mercado global”, afirma Zottele.
América Latina y su IED en China
“Especialmente los países de América Latina no se caracterizan por ser naciones que invierten significativamente en el exterior”, asegura Zottele. “Sin embargo, México, Argentina y Brasil, están teniendo algún nivel de radicaciones exitosas de IED en China”.
Entre los ejemplos más notables, el profesor de la Universidad Veracruzana repasó la presencia en China del Grupo Bimbo, que se ha “radicado especialmente en la región de Beijing, convirtiéndose en uno de los líderes de la panificación en esa área”. También operan en China las empresas mexicanas Cemex, Nemak, Alpek e Interceramic. Argentina impulsa en China las IED a través de empresas de energía tradicional y renovable, alimentos, farmaceutica y agroquímicos. Completando el podio, se incorpora Brasil con su IED en sectores de equipos eléctricos, alimentario, aeronáutica y en la industria petrolera.
“Estas compañías han aprovechado el tamaño y el crecimiento del mercado chino, así como las oportunidades de colaboración en sectores estratégicos”, aseveró Zottele. “Sin embargo, es importante destacar que la inversión de estas naciones en China siguen siendo menores, en comparación con las que realiza China en América Latina”.
Derivados del importante aumento de las demandas crecientes de la clase media china, Zottele proyecta que hay áreas donde la IED de América Latina podría llegar a crecer en China, ya sea a corto o mediano plazo, atraída por el alto consumo chino de productos de alta gama, el fuerte desembolso de su turismo y la necesidad de suplir carencias en servicios de alta demanda. Sin embargo, también reconoce que “la gran incertidumbre respecto a las próximas decisiones en materia de aranceles por parte de EEUU, la reconfiguración de las cadenas globales de valor y los flujos de comercio están generando dificultades para la toma de decisiones IED en el sector empresarial”.
El gigante asiático es firmante de la Convención de la Agencia Multilateral de Garantía de las Inversiones (MIGA) y mantiene Tratados Bilaterales de Inversión (TBI) con 148 países. Precisamente, este año, entró en vigor el TBI China-Venezuela.
“China está comprometida con la construcción de una economía mundial abierta, y favorece los principios de una globalización económica inclusiva y equilibrada”, afirma Zottele.
De acuerdo al Ministerio de Comercio de China, el pasado año se establecieron un total de 59.080 nuevas empresas IED, un aumento del 9,9 por ciento interanual. En términos de países de origen, la IED procedente de España se disparó un 130,8 por ciento interanual, Singapur avanzó un 10,8 por ciento y Alemania se expandió un 2,2 por ciento.
“China está favoreciendo las radicaciones de IED en el país, aunque el volumen de éstas no sólo está relacionado con las ventajas y convenios específicos que hagan viable la presencia de capitales extranjeros. También dependen del distinto grado de evolución de las economías, y de la percepción respecto a cada país”, puntualizó Zotelle.
El uso real de la IED en la parte continental de China se situó en 826.250 millones de yuanes (114.760 millones de dólares), un 27,1 por ciento de descenso interanual 2023-2024. En el sector de manufactura de equipos e instrumentos médicos, la IED creció un 98,7 por ciento interanual, un 40,8 por ciento en el sector de servicios técnicos profesionales, y en el sector de fabricación de computadores y equipos de oficina subió un 21,9 por ciento. El sector manufacturero de alta tecnología atrajo el 11,7 por ciento del total de IED recibido en 2024.
“Se espera que la IED en China, con su expansión contribuya a cumplir con los objetivos establecidos para las próximas décadas, y que funcione como un factor de negociación positiva en el escenario mundial”, concluyó Zottele, director del Centro de Estudios China-Veracruz de la Universidad Veracruzana, México.