Un militar, es el nuevo ministro de Defensa en Argentina

El presidente argentino, Javier Milei, tomó el juramento del jefe del Estado Mayor del Ejército, el teniente general Carlos Presti, como nuevo ministro de Defensa, en una decisión que coloca a un militar al frente de esa cartera por primera vez desde el regreso de la democracia en 1983.

"Sí, juro", respondió Presti ante Milei este viernes durante un acto en la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino.

El ministro de Defensa asumió su nuevo cargo con uniforme, en una ceremonia que también contó con la participación de quien estuvo al frente de ese ministerio hasta ahora, el actual diputado Luis Petri.

El castrense se convirtió así en el primer militar en asumir la titularidad del Ministerio de Defensa desde el final de la última dictadura cívico-militar (1976-1983).

La designación de un militar como ministro de Defensa fue rechazada por varios de quienes ejercieron con anterioridad ese cargo, y por entidades de derechos humanos.

El exministro Agustín Rossi (2013-2015) y (2019-2021) rechazó el nombramiento, al asegurar en las redes sociales que era "un enorme retroceso en democracia".

Óscar Aguad, que ocupó el mismo cargo entre 2017 y 2019, durante el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), sostuvo que la ley no permite que un militar ocupe un cargo político y consideró que Pestri debía renunciar como teniente general.

La Ley para el Personal Militar 19.101 establece que los uniformados podrán estar en disponibilidad cuando se encuentren a la espera de alguna designación para funciones del servicio efectivo.

La organización humanitaria Abuelas de Plaza de Mayo, en tanto, aseguró a través de su presidenta, Estela De Carlotto, que el nombramiento de un militar como ministro de Defensa es una "provocación".

El nuevo ministro de Defensa es hijo de Roque Presti, quien durante el terrorismo de Estado ejerció como comandante del Regimiento de Infantería 7 de La Plata, bajo cuya órbita operaron al menos tres centros clandestinos de detención.

Roque Presti estuvo imputado por delitos de lesa humanidad cometidos contra 44 víctimas, incluyendo secuestros, desapariciones y torturas, pero falleció sin ser condenado.

Tras la victoria del oficialismo en las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre, el presidente introdujo varios cambios en su gabinete.

El 2 de diciembre asumió como nueva ministra de Seguridad quien ejercía hasta ese momento como secretaria en ese área, Alejandra Monteoliva, en reemplazo de Patricia Bullrich, quien desembarcó en el Senado como jefa del bloque oficialista, La Libertad Avanza (ultraderecha).

A principios de noviembre asumió como jefe de Gabinete de Ministros Manuel Adorni, que se desempeñaba como secretario de Comunicación y Medios y que hasta ahora sigue ejerciendo como portavoz de Milei.

Como nuevo ministro de Relaciones Exteriores asumió quien ejercía como secretario de Finanzas, Pablo Quirno, mientras que al frente de la cartera de Interior fue designado el diputado oficialista Diego Santilli, que ganó en los comicios parlamentarios nacionales como cabeza de lista en representación de la mayor jurisdicción argentina, la provincia de Buenos Aires (este).