Azerbaiyán recupera su patrimonio cultural tras 30 años de ocupación militar de Armenia
“No hay camino hacia la paz; la paz es el camino”, una frase del luchador social indio, Mahatma Ghandi que cobra un mayor sentido ante el mundo convulso en el que vivimos, pero que en algunos lugares, parece comenzar a recobrar la estabilidad, tal es el caso de Azerbaiyán, un país ubicado entre Europa y Asia que trabaja por su independencia, tras 30 años de ocupación armenia, la cual ha dejado estragos en el pueblo de Azerbaiyán y en su cultura.
En conferencia de prensa, acompañado por el embajador de la República de Azerbaiyán en México, Mammad Tlibov, el Ministro de Cultura de Azerbaiyán, Anar Karimov, se dijo desilusionado por el actuar de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), al tomar una postura de pasividad en actos destrucción cultural e histórica que ha permitido que decenas de naciones cometan atropellos contra sus homólogos.
El ministro Anar Karimov, quien se encuentra de visita en la Ciudad de México para participar en la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible (Mondiacult 2022) y quien fue representante permanente de su país durante el periodo de ocupación, rememoró la petición expresa realizada al organismo perteneciente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para que enviara una misión técnica a los territorios, a fin de constatar la situación en la que se encontraba el país, la cual fue denegada. Sin embargo, expresó que, a pesar de sentirse desilusionados ante esta postura, su gobierno ha mostrado ser una nación multicultural que busca recuperar su patrimonio histórico a pesar de enfrentar un territorio plagado de minas tras la ocupación de Armenia por 30 años, actualmente hay 70 mil de ellas.
El representante de cultura de Azerbaiyán destacó que estas acciones van en contra del mandato de la UNESCO, que nació al término de la Segunda Guerra Mundial en 1945, para preservar la cultura de los países y apoyarlos en sus necesidades, no para tomar partidismos. No obstante, declaró que su país mantiene la esperanza de que la organización recapacite y no les dé nuevamente la espalda.
En este contexto, Anar Karimov recalcó que la cultura es una fuerza de resilencia ante las crisis en materia de salud, política, sociedad y economía, que enfrenta el mundo actual, además de representar el camino más cercano a la construcción de una población en paz. El funcionario enfatizo que Azerbaiyán tiene dos líneas de trabajo: la primera es preservar y transmitir a las generaciones más jóvenes la cultura y la segunda, hacer ver al mundo la importancia del respeto a las diferencias.
Anar Karimov recordó la visita del Papa Francisco a territorio azerbayano, en la que al encontrarse en una mezquita junto con otros líderes, señaló que Azerbaiyán es un modelo de tolerancia y de coexistencia pacífica entre las naciones. Ante esta visión, el gobierno de Azerbaiyán inició el llamado proceso de Bakú desde 2008, para promover la interculturalidad y el diálogo interreligioso; plataforma global que ha sido reconocida por la ONU.
Finalmente, el ministro de Azerbaiyán detalló que, tras dos años de haberse liberado el territorio de Azerbaiyán, el gobierno del país destina de su presupuesto anual aproximadamente 2.2 mil millones de manats (moneda oficial), cifra equivalente a 1.5 mil millones de dólares, en la reconstrucción de la nación. Motivo por el que, en colaboración con un grupo de abogados internacionales, se trabaja en una demanda ante la Corte Internacional de Justicia en contra de Armenia por la destrucción, saqueos y vandalismo a Azerbaiyán; para lo cual, expertos se encuentran evaluando los daños, los cuales podrían ascender a billones de dólares.