Ausencia de seguridad social en México, un fuerte golpe a la economía

Ausencia de seguridad social en México, un fuerte golpe a la economía

Ante la crisis actual sanitaria que atraviesa México por la nula atención en institutos de salud pública, ausencia de medicamentos y otros factores, las familias recurren a servicios privados de salud, ocasionando un enorme golpe a los bolsillos; en particular, a la de la población más vulnerable.

En este marco, el deterioro de las condiciones de vida y la salud se expresan en la polarización de indicadores de daño y en la complicación epidemiológica. El envejecimiento de la población torna aún más complejos los cambios en los patrones de enfermedad y muerte con la persistencia de problemas infecciosos y carenciales en combinación con las enfermedades que afectan a adultos y adultos mayores (enfermedades crónico-degenerativas), lesiones accidentales e intencionales, trastornos mentales, adicciones, entre otros.

La crisis de salud actual, provocada por el gobierno morenista, que se refleja en la escasez de atención e inversión en el sector salud, ha derivado en que los mexicanos no acudan a los hospitales de la Secretaría de Salud; las principales razones son: el no registro en el sistema, la saturación de citas, la distancia, clínicas en mal estado o incompletas, falta de personal para los siete días de la semana y, sobre todo, el abastecimiento de medicinas e insumos médicos.

Esta situación ha impactado negativamente a la población, pues en situación de emergencia, optan por acudir a hospitales y laboratorios clínicos privados en los que desembolsan miles de pesos para tratar problemas crónicos-degenerativos o intervenciones quirúrgicas. En este caso, la población de un nivel medio y de bajos recursos se ha visto en la necesidad de vender sus pertenencias o endeudarse con bancos y casas de empeño para poder salvarle la vida a un familiar.

Por ejemplo, la señora Clementina Pérez padece de diabetes e hipertensión, es derechohabiente de una clínica de salud pública, pero denunció que las citas con los especialistas o para realizar estudios específicos en estas instituciones, en ocasiones tardan hasta tres meses: "el tiempo de espera para ser candidato a algún estudio clínico suele tardar semanas, e incluso meses, debido a la alta demanda de pacientes. Esta situación nos orilla a hacerlos en instancias privadas porque es urgente que los hagamos".

"Ya en diversas ocasiones se me ha disparado la glucosa, casi a punto de darme un coma diabético. Mi familia ha preferido llevarme a una clínica particular, pues prefiere pagar para que me atiendan de manera rápida y segura por la urgencia de mi padecimiento, ya que la que me corresponde no cuenta con medicamentos y el equipo necesario, que deben de tener los hospitales públicos para atender este y otros tipos de emergencias".

La entrevistada mencionó que sus familiares han pagado cantidades muy fuertes por atenderse en estos nosocomios: "se gasta más, pero al menos vas a la segura de que te van a revisar y, en muchos casos, hasta salvarte la vida; mis hijos o nietos han preferido endeudarse con los bancos o vender algún bien a dejarme morir en uno de estos hospitales de seguridad social".

Pese a que miles de mexicanos se han manifestado un sinfín de veces por el abandono del sistema de salud por parte de las administraciones federales, incluida la actual, siguen las deficiencias en este sector; es algo verdaderamente alarmante y vergonzoso, pues las consecuencias las padecemos todos los mexicanos.

Un seminario académico realizado en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, abordó esta problemática en donde los participantes señalaron que los retos que el sistema de salud sufre esos problemas por: insuficiencia presupuestal, no segmentación y deficiente asignación de recursos, dando como resultado un servicio médico fragmentado y mal distribuido.

Asimismo, dijeron que, 6 de cada 10 personas prefieren ser atendidos en hospitales privados. Esta atención fuera del sistema público representa un incremento sustancial en lo que se denomina “gastos de bolsillo” de los usuarios, ocasionando un fuerte golpe a la economía.

El gasto público sanitario en México es uno de los más bajos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico); pese a ello, según un informe publicado en el diario La Jornada, advierte de una tasa elevadísima de diabetes entre la población adulta de ese país.