Así llega el modelo económico chino al Vigésimo Congreso del Partido Comunista
El Vigésimo Congreso del Partido Comunista de China en vísperas de su realización genera gran expectativa por diversas razones. Su modelo económico, uno de ellos
Beijing.- China posee un extenso pasado histórico que data de hace 5,000 años, 3000 de ellos con pruebas documentales y 2,000 que se conocen gracias a la herencia oral y a las gigantescas proezas colectivas que obtuvo en el desarrollo humano. Pero en el centro de su acción y su guía, para convertirse en la China de hoy, juega un papel fundamental el Partido Comunista Chino, el mayor partido gobernante del mundo, con más de 96 millones de militantes, un fenómeno inédito en el espectro político contemporáneo al gobernar a casi toda la población del continente europeo. Sus 9,561.000 km2 de territorio es casi tan grande como Europa hasta las fronteras de los países del Este con la Antigua URSS y hoy tiene 1,448 millones de habitantes.
De acuerdo con Jacques Gernet, y su libro “El Mundo chino”, este mundo en particular “tiene una historia intelectual, religiosa, literaria y artística, y que en todos los campos del saber y del pensamiento, se ha producido aquella acumulación de experiencias sucesivas, aquel movimiento de asimilación de lo nuevo a lo antiguo, de reinterpretación y evolución que caracterizan toda historia”.
Este autor aporta una las lecturas contemporáneas necesarias del modelo chino, sobre la visión del poder, legado desde tiempos antiguos que permiten una confianza en la naturaleza y una concepción del gobierno de los hombres: “Concebido en la mayor parte de las civilizaciones como fuerza de poder y coacción, el poder fue en China, más bien, el principio animador y organizador de lo social. Sería un error entender el énfasis puesto en la función reguladora de las costumbres tan solo como la máscara cínica del despotismo”.
Diversos centros culturales como el Palacio de los Jardines recrean la esencia de la arquitectura tradicional
De esta forma, explica Gernet, en China, las buenas costumbres fueron generalmente más eficaces que las leyes-aunque también su sistema judicial, desde la creación del estado centralizado, buscó proteger de los abusos de los poderosos-, sus ciudadanos, además, fueron dotados de un genio inventivo sin parangón -hoy son los fabricantes de mercancías más grande del mundo- y con un sorprendente sentido práctico de la que son herederos sus inmensas mayorías y su Partido Comunista, anclados en la filosofía de Confucio. Así, en la etapa contemporánea, es el Partido Comunista el que ha tomado el timón económico hacia la construcción de una sociedad medianamente acomodada dentro del socialismo con características chinas.
En esto, además de alta profesionalización del servicio público, convierte al poder estatal en un valioso capital político, su alta credibilidad entre la población, ha movilizado a la nación en todos los ámbitos de la vida pública, incluido enfrentar la pandemia de Covid-19 con su política de Covid-Cero. Decenas de empresas, de todos los tamaños, siguieron funcionando en tanto se garantizaba su seguridad sanitaria a través de testeos sistemáticos, como se pudo constatar en las provincias de Beijing, Shaanxi y Liaoning, todos altamente poblados e industrializados.
En State Grid- empresa generadora de energía para consumo local y de exportación- la bandera roja ondea bien alto con la soberanía energética/ Istvan Ojeda
Tras la reforma y apertura, China habla ahora habla de un nuevo esquema de desarrollo centrado en la doble circulación, consistente en la combinación armónica de la circulación interna del mercado local y la externa con los mercados internacionales (entre ellos AL, el segundo socio comercial de la región después de Estados Unidos), es decir, no depender únicamente del capital extranjero, aunque no puede prescindir de ella.
En cada cambio económico, el eje es la población: 1.413 millones de habitantes (fin de 2021) lo que supone un 22 por ciento de la total mundial. La población rural es de un 35.3% de la total y la urbana, de 64.7%. (cifra 2021) En tanto que la población económicamente activa: 62.5% de la población total (16-59 años). Las políticas de empleo, urbanización, sanitarios y alimentación giran en torno a responder esta dinámica poblacional.
Trabajadores de la empresa Grupo de la Industria de Cereales y Aceite de Xi´an Aiju, provincia de Shaanxi / Istvan Ojeda
Entre las claves para el crecimiento económico a largo plazo, le apostaron al avance tecnológico con innovación, aunque admiten que los productos de alto valor agregado siguen siendo su apuesta. Recientemente, China rechazó tajantemente los nuevos controles establecidos por Estados Unidos sobre la exportación de chips semiconductores al país, al asegurar que “dañará severamente el comercio normal entre compañías en los dos países y amenazará la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro globales”. También entre los motores económicos, se ubica la cosecha de la ganancia del comercio, división del trabajo y especialización; la introducción de instituciones que proporcionan incentivos y que reducen los costos de transacción, dentro de los ambiciosos y únicos planes quinquenales que se aplican en el Gigante Asiático.
Sin embargo, precisan que la prosperidad actual del país está basada en un gobierno de mercado expandido, pues no habría prosperidad económica sin el uso racional del poder político. Éste poder político ha establecido derechos de propiedad claramente definidos, contratos altamente respetados y la no intervención del gobierno cuando el mercado funciona bien.
Analistas aseguran que la utilización de tecnología y su estandarización en el uso del código digital para todos los procesos en el país, le brinda al Gigante Asiático una capacidad de movilizar a la población única en el mundo, clave para la superpotencia en la pandemia tanto en el abasto como en el comercio digital, así como en el orden y sistematización de sus bases de datos, los cuales también afianzan su independencia y seguridad nacionales.
Fortaleza del modelo económico chino, vigente: economista
De acuerdo con cifras oficiales, China representó más del 18% de la economía mundial en 2021, frente al 11,4% en 2012, y su PIB per cápita pasó de 6.300 a 12.500 dólares en ese periodo. La clase media se amplió a un tercio de la población en la última década, y casi 100 millones de chinos han salido de la pobreza. Sus millones de habitantes disfrutan de infraestructura, transportes eficientes e ingresos derivados de su trabajo, además de acceso a la recreación.
Además, China también ha establecido los mayores sistemas de educación, seguridad social y atención sanitaria del mundo, con la política de Covid-Cero, con la menor pérdida de vidas de todo el mundo. Particularmente, esta experiencia e infraestructura creada y perfeccionada con empresas como Sinovac y Sinopharm-cruciales en el combate a la pandemia-, le permitirá, en el futuro, enfrentar otros problemas de seguridad nacional como una guerra de alta intensidad e incluso bacteriológica.
Sinovac, la empresa clave en el acceso de vacunas para la población
De esta forma, el Gigante Asiático ha podido avanzar aceleradamente desde 2012, cuando se embarcó en una etapa de crecimiento económico de alta calidad, como lo denominan, luego de que tras el el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista Chino, Xi Jinping fuera elegido secretario general del PCCh y presidente de la Comisión Militar Central.
En México, para el Doctor Abel Pérez Zamorano, economista por la London School of Economics, señaló que tras los resultados económicos del Gigante Asiático se tiene que reconocer no al capitalismo en sí mismo, sino al modelo económico híbrido, donde destaca el fortalecimiento del mercado interno, en donde juegan un papel fundamental, la vigorosa presencia de la propiedad estatal, desafiando la visión neoliberal, que la considera dañina por antonomasia y que sólo concibe como eficiente a la propiedad privada
Economistas en México ven viable el modelo económico chino
En ese sentido, señala el académico y estudioso de las lecciones de la economía china, que a partir de las reformas de 1978 introducidas por Deng Xiaoping, el país se abrió considerablemente a la inversión privada, incluida la extranjera, pero de manera acotada, en ciertos sectores y regiones, y mediante rigurosas normas de corte nacionalista que salvaguardan la soberanía del Estado. “La economía china combina hoy la capacidad productiva del capitalismo, basada en rigurosos estándares de productividad, pero dirigida con un criterio humanista” acotó. El especialista asegura que éste es el principal activo del Gigante Asiático frente al modelo basado totalmente en la propiedad privada de los medios de producción y la apropiación privada del producto, característica de Estados Unidos, Europa y Japón, y que se debate en profunda crisis.
Pérez Zamorano sostiene que la disyuntiva Estado versus mercado tiene en China un ejemplo inédito que da alternativa de desarrollo, es decir, la búsqueda de un sano equilibrio, en donde el Estado, como representante de la sociedad, “asuma la función rectora, pero sea capaz de coexistir con el mercado, lo regule y acote, ponga controles, pero sin impedirle actuar; lo corrija y complemente, evitando sus excesos, con el objetivo de salvaguardar el interés social” sostuvo.
Liderazgo de Xi Jinping, parteaguas en el desarrollo del PCCh
Para 2017, cuando se celebró el XIX Congreso del Partido comunista, se fincó una nueva era para el socialismo con peculiaridades chinas, ya con el segundo mandato del presidente Xi Jinping.
Pero gran parte del éxito del modelo político chino también se debe al fuerte liderazgo local y mundial del actual presidente, Xi Jinping, quien ha hablado sobre el socialismo con características nacionales, es decir, acordes a la realidad del país en una nueva era.
Su principal prioridad ha sido el desarrollo económico, por ello, el mandatario ha sostenido que deben adherirse a principios cardinales clave: profundizar el camino socialista, la democracia popular, adoptar el marxismo-leninismo y los pensamientos de Mao Zedong, así como afianzar la dirección del Partido Comunista.
El presidente Xi Jinping ha afianzado los estándares de dirección del PCCh
Aun con estos vigorosos cambios e importantes desafíos como la reunificación de la región de Taiwán, en la mira geopolítica actual, el partido Comunista Chino traza su hoja de ruta para una nueva etapa y mientras llega el 16 de octubre para la celebración del Vigésimo Congreso, el país brilla con un entusiasta y vibrante orgullo nacional que transmite en sus calles y su gente, a la espera esa nueva cita con la historia.
Ciudadanos chinos confían en la ruta que brinda el PCCh al país