Apagones provocan crisis de agua, drenaje, salud y muertos

Apagones provocan crisis de agua, drenaje, salud y muertos

Al menos 18 estados del país registran apagones prolongados durante varias horas por la ola de calor que registra altas temperaturas superiores a los 45 grados, provocando crisis para el abastecimiento de agua potable, bombeo de drenajes, conservación de alimentos y pérdidas humanas. 

El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), había advertido el martes que el sistema de Interconectado Nacional trabajaba con un “margen de reserva menor del 6%” -un 7 por ciento menos al 13 por ciento establecido en el Manual Regulatorio de Estados Operativos del Sistema Eléctrico Nacional- lo que lo puso en “estado de alerta”. Con esa advertencia, se preveía que el riesgo de apagones comenzara desde ese día por la alta demanda de energía eléctrica. El presidente Andrés Manuel López Obrador negó el comunicado, negando que hubiera apagones.

Hasta el momento, los estados afectados son Ciudad de México, Estado de México, Baja California, Nuevo León, Jalisco, Veracruz, Yucatán, Campeche, Michoacán, Tamaulipas, Chihuahua, San Luis Potosí, Chiapas, Oaxaca, Durango, Querétaro, Coahuila y Guanajuato. 

Al corte de las 15:15 horas, la demanda de energía ya era de 52 mil 424 megawatts (MW), superando el pronóstico de 51 mil 318 MW de consumo para todo el día de este jueves. 

En el caso de las ciudades, existe una mayor demanda para aires acondiconados y conservación de alimentos. Las zonas rurales enfrenan otro tipo de problemas como una mayor demanda de agua a la que se tiene para satisfacer necesidades agricolas y pecuarias. 

Además, hasta el momento 37 personas han perdido la vida por las olas de calor en todo México, de las cuales 8 pertenecen a la tercera. Estos números son negados por las autoridades de salud. Además, nueve estados presentan lesionados por quemaduras y severos casos de deshidratación. Un caso reciente ocurrió en una secundaria de Veracruz, en la que hubo más de 50 estudiantes desmayados por no tener condiciones adecuadas para protegerse de las altas temperaturas y tomar clases.