Alerta en Durango por posible desbordamiento de cuatro presas
Las presas superan el 90 por ciento de llenado
Las lluvias recientes en la Sierra de Durango han provocado un aumento significativo en los niveles de agua de varias presas de la región. Cuatro importantes embalses, entre ellos Santiago Bayacora, Peña del Águila, Caboraca y Santa Elena, han superado el 90 por ciento de su capacidad, generando preocupación en las autoridades locales y la población.
El embalse de Santiago Bayacora, ubicado en las afueras de la ciudad de Durango, alcanzó el 92 por ciento de su capacidad, tras recibir alrededor de ocho millones de metros cúbicos de agua provenientes de la Sierra. Esta presa se une a Peña del Águila, Caboraca y Santa Elena, que también han registrado niveles críticos.
La presa Caboraca, ubicada en el municipio de Canatlán, ha sobrepasado el 100 por ciento de su capacidad, manteniéndose en un 102 por ciento y liberando 42.6 metros cúbicos de agua por segundo. Por otro lado, Peña del Águila ha alcanzado el 111 por ciento de su capacidad, vertiendo 62.7 metros cúbicos por segundo al río La Sauceda. Santa Elena, situada en el municipio de Súchil, registra un nivel del 100.7 por ciento.
A pesar de esta situación, la presa Guadalupe Victoria continúa con niveles más bajos, alcanzando apenas el 72 por ciento de su capacidad, lo que podría brindar un respiro en el manejo de recursos hídricos en la región.
Las autoridades han advertido que, aunque no se esperan lluvias intensas en los próximos días, los escurrimientos que continúan desde la Sierra podrían elevar aún más los niveles de agua, especialmente en la presa Santiago Bayacora, la cual podría alcanzar el 94 por ciento de su capacidad.
El riesgo de desbordamiento en las presas de Durango ha puesto en alerta a las comunidades aledañas, quienes temen posibles inundaciones. Las autoridades locales ya están tomando medidas preventivas, pero recomiendan a la población mantenerse informada y seguir las indicaciones de Protección Civil.
Por un lado, el exceso de agua ha sido bienvenido para paliar la sequía que ha afectado al estado durante los últimos meses. Sin embargo, la rápida acumulación de agua en las presas plantea un desafío en términos de gestión de recursos y prevención de desastres.