Los verdaderos culpables de las tragedias en el Metro

Los verdaderos culpables de las tragedias en el Metro

Pese a la tragedia de la Línea 3 del Metro, ocurrida a inicios de enero del presente año, que cobró la vida de una joven estudiante y más de un centenar de personas resultaron lesionadas, los accidentes del Metro siguen sin atenderse. Y ahora han caído en el absurdo de que los percances registrados en los últimos días son sabotajes, justificando la ineficiencia del gobierno morenista capitalino que encabeza Claudia Sheinbaum.

La política de culpar a “administraciones pasadas” por los errores de los presentes, es de los discursos aprendidos de aquellos seguidores morenistas que aplican al pie de la letra los dichos de Andrés Manuel. Para muestra, la acusación absurda contra el conductor del metro del accidente en la Línea 3, a quien le impusieron la absurda multa de 260 millones de pesos por reparación a los daños provocados al Sistema de Transporte Colectivo, además de una posible sanción para ayudar a las víctimas de tan lamentable suceso. El conductor es el culpable.

Solo les recodamos que por el colapso de la Línea 12 del Metro no hay ningún detenido, y ahí solo optaron por remover de su cargo a la entonces directora Florencia Serranía, como si con eso se pudiera olvidar la muerte de 26 personas.

Se lavan las manos, como siempre, de las tragedias que ellos mismos provocan y quienes terminan pagando las consecuencias son los de siempre. Los más pobres. Con esa desfachatez culpan a los usuarios que piden, es más exigen, tener un medio de transporte.

Sin contar los incendios, choques entre los vagones y serie de percances que cada día se hacen presentes por la reiterada falta de mantenimiento por los recortes anuales que se la hace al presupuesto. Los culpables tienen nombre y hasta apellido.

 

El suceso del metro no es el único en la lista negra de la aspirante a sucesora presidencial. En días recientes y después de cinco años de la tragedia, la exdelegada de Tlalpan ofreció “una disculpa pública” a los padres de los pequeños que perdieron la vida en el Colegio Rébsamen el 19 de septiembre de 2017.

¿Fue sincera? No lo creo. En primer lugar, porque lo hizo “como representante del gobierno de la Ciudad de México” no como exfuncionaria de Tlalpan cuando ostentaba el cargo y sucedió la tragedia, periodo en el que se destaparon varios sucesos de corrupción como los permisos de construcción y dictámenes para que pudieran funcionar, pese a que no se contaba con los requisitos ni condiciones adecuadas. De ese hecho se culpó a la directora del Colegio, a los directores de la obra. ¿Pero y los encargados de dar los permisos? De esos nada.

Después vinieron las represiones en las marchas a pesar de que la misma morenista dijo que “desaparecería” el grupo de granaderos.

Para la Jefa de Gobierno que la ciudad se ahogue por falta de soluciones no es prioridad, ella tiene puesto el objetivo en ganar la candidatura para ser la heredera de Palacio Nacional sin que nada manche su imagen, a pesar de que para eso tenga que acusar a personas inocentes.

Se vienen semanas definitorias que aprovecharán a como dé lugar, personajes como Claudia y con ello buscarán evitar que su imagen se manche puesto que algunas encuestas la colocan en un segundo lugar de simpatía para ser la candidata de Morena rumbo a la Presidencia en 2024.

Con ello también se vendrán acusaciones contra terceros, lo que tendremos tomar en cuenta al momento de ejercer el voto.