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La caída de Guadalupe Taddei (o del INE)

Jun 5, 2024 - 14:37

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La caída de Guadalupe Taddei (o del INE)

Es todavía una hipótesis, pero la argumentación de Jorge Alcocer sobre la interpretación y el cálculo del INE, aparentemente equivocados en la proyección de la distribución de diputaciones plurinominales, en beneficio del Partido Verde y del Partido del Trabajo, ambos aliados de Morena, ya prendió y se repite en todas las conversaciones porque para quienes la alientan, implicaría cambiar la composición del Congreso y evitar una mayoría calificada que le diera a Morena la llave para reformar, unilateralmente, la Constitución.

Si se confirma el calculo de Alcocer, Morena y sus aliados no tendrían mayoría calificada y entonces habría que hacer una serie de valoraciones que obligarían, en un sistema político serio, a remover a Guadalupe Taddei de la Presidencia del Consejo General del INE y por lo menos a hacerle un serio extrañamiento a la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde por involucrarse en un asunto que ya tuvo consecuencias económicas negativas y, por lo tanto, responsabilidades.

Siempre sujeto a que el escenario y cálculos de Alcocer se vuelvan realidad, el asunto sería así:

Guadalupe Taddei trató de manipular la distribución de legisladores plurinominales (y casi lo logra) con su anuncio, injustificadamente retrasado por más de una hora, en los primeros minutos del 3 de julio.
Basada en las cifras que Taddei hizo públicas, la Secretaria de Gobernación, sin atribuciones, hizo su propio escenario de distribución de plurinominales y lo difundió por su cuenta; lo que reforzó la credibilidad de los cálculos hechos en el INE.
Esas dos acciones tuvieron consecuencias económicas cuantificables: a) La devaluación del peso que rebasó las 17 unidades por dólar y hasta el martes 4 de junio todavía no regresaba a los niveles de 16 unidades por dólar y b) Una caída importante del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores. De ambos eventos dio cuenta, de forma puntual y oportuna, con explicaciones del motivo, Gabriela Siller Pagaza, una analista financiera de gran reputación, quien además puntualizó que el movimiento del peso y la caída del IPC, no eran reacciones a la victoria de Claudia Sheinbaum, sino a la composición del Congreso, con mayoría calificada para Morena, aventurada por el INE y confirmadas por Gobernación.
Los mercados reaccionaron negativamente a la posibilidad de cambios constitucionales unilaterales por parte de Morena, derivado del número de curules que, según el INE de Taddei, tendría.
Esa reacción especulativa le costó dinero al país, a las empresas que cotizan en bolsa, a las empresas que tenían compromisos en dólares y tuvieron que solventarlos con billetes americanos más costosos, y también a la gente que tiene acciones en las empresas listadas en el IPC, y que vieron perder valor de esas acciones, a consecuencia del anuncio de Guadalupe Taddei.
La responsable, quizá hasta legal pero sin duda política, de esos descalabros, tiene nombre y apellido. Se llama Guadalupe Taddei.
Esta falla de la consejera presidenta no es la única, pero sí es, quizá, la más grave que ha tenido al frente del INE. Salir tarde a anunciar el resultado de los conteos rápidos generó una incertidumbre innecesaria y malsana, que no ha dejado de opacar la victoria de Claudia Sheinbaum. Encontrar inconsistencias entre lo que dice el PREP y lo que dicen las sábanas cuyas fotografías son difundidas por los ciudadanos en redes sociales, ha llevado al propio INE a admitir que habrá una revisión del 60% de las actas de la elección presidencial, habla del poco profesionalismo con que se alimentó el sitio de resultados oficiales del propio órgano electoral. Además, ya se especula en diferentes sitios de noticias digitales, sobre la renuncia del Coordinador General de Informática del INE.
En estas condiciones, Guadalupe Taddei perdió la autoridad moral indispensable para estar al frente del Instituto Nacional Electoral, por lo que debería ser removida del cargo, pues además de las afectaciones económicas, a quien más han afectado políticamente sus “errores” es a la candidata ganadora de los comicios.
Sin embargo, es muy probable que no pase nada, pues la oposición está más preocupada por calcular su botín que por preservar el profesionalismo del arbitro electoral.
Por supuesto, la salida de Taddei no puede darse en estos momentos, pues concederla implicaría alimentar los rumores de fraude electoral que mucha gente ha empezado a hacer correr. Una vez sentada en la silla presidencial, Claudia Sheinbaum tendría que pensar, como lo hizo Felipe Calderón en su momento con Luis Carlos Ugalde, que este Consejo General del INE, en particular esta consejera presidenta, es un cartucho quemado por su propia ineficiencia, y mantenerla solo amplificará la leyenda del Fraude de 2024.