Ante omisión de autoridades taxistas toman de nuevo las calles de Tuxtla Gutiérrez

El estado debe evitar un conflicto social mayor, advierten concesionarios

Ante omisión de autoridades taxistas toman de nuevo las calles de Tuxtla Gutiérrez

Ante el poco interés del Gobierno de Chiapas a través de la Secretaría de Transportes y Movilidad de resolver la problemática que mantienen taxistas con aplicaciones de viajes Didi y Uber, de nueva cuenta los ruleteros tomaron las calles de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez el pasado martes a partir de las 10 de la mañana.

Fueron alrededor de dos mil unidades las que se manifestaron en diversas arterias de la ciudad y se plantaron en la principal avenida, creando un caos vehicular en el primer cuadro de la ciudad durante varias horas.

Julio Cesar Moreno, Presidente de Promoción Social Avanzamos CROC Chiapas, apuntó que empresas transnacionales como DiDi y Uber han prestado el servicio de manera ilegal ya que existe la ley en donde se establece que nadie puede prestar este servicio público sino cuenta con las condiciones y permisos necesarios: “en el 2020 se reformó la ley pero estas plataformas han hecho y deshecho pese a lo que las autoridades les han manifestado”.

De seguir así declaró que esto podría estallar en un conflicto social más grande, lo cual debe evitar el Estado y realizar los operativos necesarios para sacarlos de circulación o bien regularizarlos: “Si puede trabajar DiDi y Uber pero con los concesionarios”, recalcó.

Roberto Valentín Gordillo Padilla, Delegado Estatal de la Confederación Auténtica de los Trabajadores de la República Mexicana, señaló que quien ha fallado y no ha resuelto en las mesas de trabajo es el Estado por lo que tienen contemplado un paro total, ningún taxi circulará en los próximos días y harán bloqueos en los accesos a la ciudad como medida de presión hasta que se cumpla la ley.

En cuanto a más enfrentamientos o querer armar un grupo para detenerlos, señaló que no son autoridad alguna como para hacer tales acciones, pero no dejarán de poner el dedo en el renglón hasta que cierren operaciones o bien los regularicen, toda vez que este sector, el de los taxistas, pagan sus impuestos y hay una ley que protege los derechos de los transportistas.