Ante falta de resultados en seguridad, AMLO reconoce intermediación de eclesiásticos
El mandatario reiteró su política pacifica contra crimen organizado, que mantiene en crisis a estados como Gro.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, consideró positivo que los obispos de la Iglesia Católica de Guerrero, en uno de los momentos más críticos en ese estado gobernado por la morenista, Evelyn Salgado, busquen un acuerdo con líderes del crimen organizado para buscar la pacificación del país luego de que en los últimos meses ha aumentado los casos de inseguridad.
"Siempre los sacerdotes, los pastores, los integrantes de todas las iglesias participan, ayudan en la pacificación del país", dijo el jefe del Ejecutivo federal en conferencia de prensa en la ciudad portuaria de Acapulco, estado de Guerrero, en costas del Pacífico.
El gobernante aprobó una reunión que sostuvo el obispo de la diócesis de Chilpancingo, capital de Guerrero, José de Jesús González, junto con otros tres obispos de esa entidad del sur del país con jefes del crimen organizado para buscar una "tregua", que cese la ola de violencia de semanas recientes.
Luego de presidir la misa del miércoles de ceniza, el prelado explicó que la Iglesia en Guerrero intentó mediar con los grupos criminales a finales del año pasado 2023, pero no lograron acuerdos porque ningún jefe delincuencial quiso ceder sus territorios.
"No lo sueltan (el territorio controlado), les ha costado vidas, les ha costado trabajo, les ha costado ganarlos y no lo sueltan", dijo el obispo a periodistas.
López Obrador indicó que quien quiera "abandonar ese infierno" del crimen organizado, debe considerar que "la jaula aunque sea de oro no deja de ser prisión".
El presidente insiste en “política de abrazos, no balazos”
El mandatario comentó que los criminales viven huyendo de las autoridades y no viven en paz a cambio de alhajas, dinero y "lujo barato".
"Imagínense lo que vale la paz, la tranquilidad y lo que se le ayuda a la familia, cómo sufre la familia cuando uno de los miembros toma ese camino" prosiguió.
Los delincuentes que busquen una salida del mundo del crimen organizado tendrán el respaldo para recobrar la normalidad, indicó López Obrador
"Quienes quieran salir de eso lo pueden hacer, por eso estamos ayudando a los jóvenes para que tengan trabajo, garantizado el derecho al estudio", enfatizó.
La estrategia gubernamental se basa en programas sociales dirigidos a los jóvenes para evitar que se incorporen a las filas de los cárteles del crimen organizado que roban, extorsionan, asesinan y trafican con personas, drogas y armas.
"La responsabilidad es del Estado mexicano y lo que se tiene que buscar es la paz y tranquilidad con las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional, la policía estatal y municipales", puntualizó.
El gobernante reiteró su decisión de evitar una confrontación bélica abierta, denominada por él como "abrazos, no balazos".
"Si se está pensando en resolver el problema con cárceles, leyes severas y mano dura, puede ser que funcione transitoriamente, pero si la sociedad está en crisis, eso no va a dar resultados", sostuvo.
El obispo reveló que en las tratativas con los líderes delincuenciales cada uno de los jerarcas católicos trató de convencer a los grupos criminales que operan en sus diócesis en el estado de Guerrero, una región montañosa con una amplia zona costera.
En la ciudad portuaria de Acapulco el diálogo lo encabezó el arzobispo Leopoldo González González; en la región llamada Tierra Caliente, el obispo Joel Ocampo Gorostieta; en el municipio rural de Tlapa, el obispo Dagoberto Sosa; y en la región central de la entidad, el propio obispo González, quien continuará conversado con los líderes criminales.
"Creemos que el Gobierno tiene la solución, ellos tienen también el poder, ellos tienen los recursos, tienen los medios, pero parece que nos han dejado", lamentó el prelado en sus declaraciones en su templo católico.
Los obispos llamaron a las autoridades a que no acepten la corrupción y que participen en estos diálogos con los jefes del narcotráfico para poder concretar acuerdos de paz.