AMLO contra la libertad de expresión y la sociedad
"No pretendo hacer un recuento de todas las agresiones, pero sí centrarme en tres ocurridas tan solo en esta semana"...
No ha pasado ni un mes de la histórica marcha de periodistas en todo México, en exigencia de justicia por los tres recientes asesinatos de colegas ocurridos en los primeros días del 2022, cuando la violencia gubernamental sigue asechando y atacando a quienes no se doblegan al discurso oficial y denuncian la corrupción y podredumbre de aquellos que se dicen ser honestos y la diferencia en el gobierno que México.
No pretendo hacer un recuento de todas las agresiones, pero sí centrarme en tres ocurridas tan solo en esta semana, que me parecen sumamente graves por quienes las cometieron: el presidente de México y un gobernador.
En primer lugar, el presidente Andrés Manuel López Obrador en su “Santa Inquisición mañanera”, se refirió a los ingresos que tenía el periodista Carlos Loret de Mola como venganza, contra quien se ha encargo junto con la organización Mexicanos Contra la Corrupción, de exhibir la falsa “austeridad” y la corrupción que existe al interior de su gabinete y con los propios hijos del líder de la 4T. La última revelación hecha por el periodista fue la lujosa vida de su hijo mayor en Estados Unidos y el conflicto de interés en la “Casa Gris” que habitó por dos años, siendo propiedad de un alto ejecutivo de la empresa Baker Huges, contratista de Pemex.
Pues al presidente le ha “carcomido el hígado”, ya que lleva dos semanas haciendo corajes y respondiendo vengativamente, tanto que hasta al mismo director de Pemex, Octavio Romero, tuvo que ir a la mañanera para explicar ese supuesto conflicto. ¿Pues no que no se iba a utilizar a las instituciones gubernamentales para beneficio propio?
Cabe recordar que fue el mismo presidente quien dijo en campaña “no se puede apagar el fuego con más fuego”. Como siempre, se le olvidó.
Ante esta violenta reacción del líder máximo de un país, le da la pauta para que gobernadores de su mismo partido, como el copión de Cuitláhuac García, se envalentonen para replicar el ejemplo en sus estados. Y en Veracruz la cosa no está para más.
También esta semana, todos compartimos el enojo por la agresión contra la reportera Sarah Landa de Meganoticias quien sólo le preguntaba por los pronunciamientos de la mayoría de barras de abogados contra el delito de “ultrajes a la autoridad”, en donde por cierto, en las cárceles de Veracruz hay más de mil personas encerradas por ese delito.
Pues al puro estilo del cuando la ignorancia es mayor, la prepotencia es lo único que les queda y el respaldo del mismo presidente de la república; el morenista arremetió contra la reportera, diciéndole casi que es una desinformadora de los ciudadanos, que él no sabía de ninguna barra de abogados que se opusiera a ese delito. ¡NINGUNO! Dijo. Pues poco le duró el gusto porque inmediatamente Nicolás Baltazar, presidente de la Comisión Nacional de Derecho Penal de la Federación Mexicana de Colegios de Abogados, aseguró que ninguna barra de abogados se ha pronunciado a favor del delito de ultraje a la autoridad.
Veracruz es uno de los estados con más homicidios a nivel nacional, por ende con más asesinatos y agresiones a periodistas, tan solo de 2019 a la fecha han muerto cinco comunicadores. ¿El gobernador no debería estar preocupado por la desgobernanza que predomina en el territorio? Ya vimos que no.
Estas dos actitudes anteriores traen como consecuencia en el terreno de los hechos las muertes de los comunicadores. En esta misma semana un periodista más fue asesinado, se trata de Heber López, periodista en Oaxaca que se conocía por reportar temas de corrupción e irregularidades en los municipios. Cinco periodistas asesinados en menos de dos meses. ¿Acaso vamos bien como dice el presidente?
Pero no todo son malas noticias. Como lo he mencionado en artículos anteriores, la gente ha comenzado a despertar y por supuesto que el gremio periodístico también. Tiempo atrás la unión y solidaridad no era algo que caracterizara a los periodistas, los motivos pudieron ser diversos pero la realidad y un gobierno con tintes autoritarios ha propiciado las condiciones para vislumbrar un bloque que no sólo lo conforman los periodistas también las sociedades civiles, organizaciones, colectivos y distintos sectores de la población.
El pasado viernes 11 de febrero, la convocatoria en Twitter #TodosSomosLoret a través de un “space” fue abierta, en apoyo y solidaridad contra los ataques al periodista. El interés de convocatoria fue sumamente importante que se llegaron a conectar más de 60 mil usuarios en tiempo real, en donde se intercambiaron varios puntos de vista pero todos convergían en: la libertad de expresión no puede ser violentada por quienes piensan distinto al presidente, la utilización de todo el aparato del Estado para atacar a sus oponentes, la necesidad de unión como gremio y como sociedad y pasar del terreno de las palabras a los hechos para hacer el cambio a través de la vía democrática en las próximas elecciones. Un plan de acción inmediato.
Lo he mencionado en otros artículos y lo repito: la sociedad mexicana está despertando de ese sueño vendido en el 2018 por Andrés Manuel y Morena, la realidad siempre se impone y ésta no es la excepción. La mejor respuesta que los periodistas podemos hacer ante estos ataques es darle voz al pueblo, a la gente que diario sufre el engaño de “primero los pobres” que les pintaron. Debemos estar unidos y alertas porque hoy fue Loret, mañana será el país entero.