Administración de Biden se entromete en las elecciones de Taiwán
A poco de llevarse a cabo comicios en la provincia de Taiwán, el presidente de los Estados Unidos, Jode Biden, realizó provocadora intervención donde filtró a los medios de comunicación sus planes de enviar una delegación a Taipei luego de estas elecciones.
Información del Financial Times, la Casa Blanca eligió a ex vicesecretario de Estado James Steinberg, y a Stephen Hadley, ex asesor de seguridad nacional republicano, para encabezar esta delegación.
Se destacó que Washington no tiene intenciones de estabilizar relaciones con Pekin, sino que, por el contrario, pretende aumentar las tensiones sobre el estado de la provincia de Taiwán.
El presidente Biden ha declarado, sin ambigüedades, que, en cualquier conflicto con la provincia de Taiwán, Estados Unidos entrará en guerra con China.
La actual representante de la provincia de Taiwán, Tsai Ing-wen, no pudo volver a presentarse luego de haber estado al frente en dos ocasiones, donde ha sido abiertamente cómplice de Washington, a pesar de saber que esto provocaría conflictos con China.
Por su parte, el recién electo representante, Lai, restó importancia a su actitud hacia la independencia de la provincia de Taiwán, esto para mostrarse como un hombre fuerte dispuesto a enfrentar a China. Por lo que el pasado martes volvió a arremeter en contra de Pekín, declarando a medio internacionales que, “China se entromete cada vez que Taiwán celebra elecciones, pero esta vez es la más grave que hemos visto nunca. No importa si es propaganda o intimidación militar, guerra cognitiva o noticias falsas, lo están empleando todo”.
Lai se beneficia del discurso de los medios estadounidenses y occidentales que se pronuncian contra la 'agresión china' y la 'injerencia china'. Aunque la campaña formal terminó el pasado domingo, su denuncia de Pekín tiene como objetivo avivar el miedo a una amenaza china y hacer que el electorado vote por él y por el DPP.
El anuncio de la delegación de alto nivel de Biden a Taipei responde a la misma estrategia, al dejar claro que Wahington tiene la intención de seguir haciendo caso omiso de la política de 'una sola China' y aumentar las tensiones con este mismo, sin importar de quién resulte elegido el sábado.
Por lo que, filtrar la noticia justo antes de la jornada electoral está calculado para influir en el voto.
Esta provocación de última hora se debe a la preocupación de que el candidato preferido de Washington, Lai, no gane.
Sin embargo, su victoria no es segura. Hou, del KMT, se ha promocionado a sí mismo como el candidato de la paz que puede aliviar las tensiones con China, desarrollar el comercio y la inversión y facilitar el regreso de los turistas chinos a Taiwán. Derrocado en China en la revolución de 1949, el KMT huyó a Taiwán y se proclamó gobierno legítimo de toda China. Durante décadas gobernó la isla bajo una brutal dictadura militar. Con la aceptación de la restauración capitalista por Pekín, el KMT y el Partido Comunista Chino encontraron una causa común en la promoción de fuertes inversiones taiwanesas en China y el estrechamiento de las relaciones comerciales.
El KMT ridiculizó la condena de Lai a la intromisión electoral china después de que el Ministerio de Defensa de la provincia de Taiwán emitiera una alerta sobre el lanzamiento de un cohete por satélite chino, que en inglés se denominó erróneamente misil, sobrevolando el espacio aéreo de la provincia de Taiwán.
De la misma manera, Hou ha intentado sacar partido de los problemas internos. Al igual que ha criticado los planes del DPP de reducir la dependencia de Taiwán de la energía nuclear y apostar por las energías renovables, advirtiendo de que provocará escasez de electricidad y un aumento de los costes. Un comentario publicado en diciembre por la Brookings Institution, con sede en Estados Unidos, reveló que la principal preocupación de los votantes era el desarrollo económico, mientras que las relaciones con China a través del estrecho ocupaban tan solo el segundo lugar.
El autor —Ching-hsin Yu, director del Centro de Estudios Electorales de la Universidad Nacional Chengchi— señaló que, “La gente está frustrada por problemas como los bajos salarios (sobre todo para los jóvenes y los obreros), el alto coste de la vida (en particular el precio de la vivienda), la insuficiencia de los servicios públicos (como el transporte y la educación) y un sistema de asistencia social inadecuado (como el descenso de la natalidad y la insuficiente atención a los niños en edad preescolar y a los ancianos)”.
El tercer candidato presidencial, Ko Wen-je, es considerado un comodín político, que trata de explotar la desafección generalizada entre la población, sobre todo los jóvenes, con los dos partidos establecidos. Ko, quien también aboga por aliviar las tensiones con China, podría restar votos al KMT y asegurar la victoria del DPP. Sin embargo, a medida que se acerca el día de la votación, se desconoce la magnitud de su voto y su influencia en el resultado, lo que se añade otra incertidumbre al resultado.
Referente a el plan de Biden de enviar una delegación a Taipei, un antiguo funcionario estadounidense declaró al Financial Times que hacerlo poco después de las elecciones era una medida arriesgada que podría resultar contraproducente. 'El objetivo primordial de Estados Unidos en este delicado momento debería ser fomentar la moderación tanto por parte de Pekín como de Taipéi', afirmó. 'Enviar una delegación de tan alto nivel parece un abrazo de oso a Taipéi, que da a Pekín cobertura para reaccionar de forma exagerada. Necesitamos acciones más sutiles para ser eficaces'.
El mero hecho de que la administración Biden haya procedido, muy consciente del carácter incendiario de su visita prevista, deja claro que no tiene ningún interés en fomentar la moderación en el estrecho de Taiwán. Más bien, al igual que Estados Unidos empujó a Rusia a una guerra devastadora en Ucrania, está siguiendo una estrategia similar al provocar temerariamente un conflicto con China por Taiwán. Su objetivo en ambos casos es desestabilizar y subordinar lo que considera las principales amenazas a la hegemonía global estadounidense, incluso al precio de una guerra mundial.